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El cambio de horario, una práctica "anticuada" que Uruguay destierra

El gobierno confirmó que este año no habrá horario de verano como forma de mejorar la actividad turística
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01 de julio de 2015 a las 12:34

El lunes 29, el gobierno confirmó que este año no habrá cambio horario de verano. La medida responde a que la práctica perjudica la actividad turística y además no favorece el ahorro energético, según sostiene la Cámara de Turismo.

La resolución generó controversia en el ámbito público dado que la práctica es una rutina de todos los años. Sin embargo, ¿qué hay de cierto en su eficiencia?

En su columna "Las locura de cada verano", el prestigioso economista catalán Xavier Sala-i-Martín cuenta que la estrategia no es nada moderna. Todo se remite a 1784 cuando el entonces embajador de Estados Unidos, Benjamín Frankiln, observó que en verano los franceses dormían por la mañana, a plena luz del día; y "vivían" en la tarde, a la luz de la vela. Para Franklin, esto generaba un gasto inmenso que podía reducirse con solo cambiar la hora.

Preocupado por esta realidad, el inventor americano propuso un método para despertar a los que dormían en el día, haciendo sonar cañones al primer canto del gallo. También motivó la colocación de impuestos a la venta de persianas. Aunque las medidas no fueron aplicadas, sirvieron de inspiración para el moderno horario de verano.

Un siglo después, a Franklin le siguió la propuesta de William Willet, un constructor y golfista inglés que observó que la luz disminuía justo en medio del partido, por lo que propuso retrasar la hora. Otra vez, la iniciativa no obtuvo adeptos.

El primer horario de verano se implementó de manera oficial durante la Primera Guerra Mundial de la mano de los alemanes, como forma de ahorrar y canalizar el carbón en las actividades bélicas. Aunque otros 30 países los imitaron, la medida fue abandonada al culminar el conflicto en 1918. Luego, en la Segunda Guerra Mundial, un total de 52 países retomaron la práctica. Pero el resultado volvió a ser el mismo.

En época de paz, el horario de verano surgió en la década del 70 con la crisis del petróleo. Desde aquel entonces, los países lo aplican siguiendo la lógica de Franklin: como forma de ahorrar energía y evitar gastos innecesarios.

El mito

Aunque la práctica se ha convertido casi que en una rutina de cada año, el economista catalán y profesor de la Universidad de Columbia, señala que existen muy pocos estudios serios que constaten sus beneficios económicos. En los pocos que hay, los resultados son contradictorios. Algunos indican que el ahorro energético es real y otros que no. De igual modo, en cualquier caso se trata de efectos mínimos y difíciles de cuantificar.

Para Sala-i-Martín, el estudio más serio que abarca el tema fue elaborado en 2008 por Matthew Kotchen y Laura Grant, investigadores de la Universidad de California. El estudio analizaba el impacto del horario de verano teniendo en cuenta el consumo energético durante y fuera de ese periodo.

Para eso, se basaron en el caso del estado de Indiana que en 2006 dejó libertad a cada uno de sus condados para aplicar el cambio horario. Al comparar las facturas eléctricas de cada estado (todos similares en tamaño y condiciones climáticas) se constató que el cambio de hora no conllevaba un ahorro energético, sino que fomentaba un mayor uso de energía.

A la luz de este estudio, el economista explica que la lógica de Franklin tenía sentido por la época en la que surge. Un horario de verano sí hubiera permitido ahorrar energía, cuando la iluminación era el principal gasto asociado con la caída del sol. Pero en el siglo XXI la situación es diferente, ya que la mayoría del gasto energético de cada familia no deriva de la iluminación sino de la calefacción y refrigeración. Sobre todo en verano, cuando las personas usan más el aire acondicionado por las tardes que por las mañanas, debido a la extensión del horario de verano.

Según Sala-i-Martín, al día de hoy, gran parte de los países continúa implementando una práctica que es anticuada, "sin darse cuenta de que el mundo ha evolucionado y eso nos puede estar costando mucho dinero".

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