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El caso que encendió las alarmas del BCU mientras busca regular las criptomonedas
Joaquín Fernández llegó al mundo de las criptomonedas a través de un amigo. El universitario de 25 años buscaba una opción para invertir y se topó con una plataforma cripto. “No quería dejar mis ahorros quietos en una cuenta, pero tampoco tenía mucho dinero para invertir”, dijo Fernández en diálogo con Café & Negocios.
Luego de meditar junto con su familia el riesgo que podría correr con un rubro desconocido para él, tomó US$ 1.000 y comenzó a operar junto con unos amigos con Ethereum. “No me dio demasiada rentabilidad, por lo que decidí dejar de operar, pero mantener las criptomonedas” que había adquirido, explicó.
Cuando Fernández comenzó a incursionar en este rubro, “las criptomonedas habían llegado a su pico”. Unos meses después, los activos digitales comenzaron a registrar violentas fluctuaciones. Bitcoin —la criptomoneda insignia— registró, al cierre del primer semestre de 2022, pérdidas del 60%. El Ether, otra de las monedas significativas, cayó 6% solo en 24 horas durante la semana pasada.
La volatilidad del rubro y el debate sobre la regulación
Parte de estos comportamientos bruscos en el mercado se debieron al escándalo de Terra Luna, una criptomoneda que, si bien venía destacándose desde diciembre de 2021, perdió el 98% de su valor en tan solo 48 horas en el mes de mayo de este año. Asustados debido a estos movimientos, muchos operadores de todo el mundo retiraron millones de dólares de este ámbito y dejaron sin respaldo a diferentes criptomonedas.
Los sacudones que sufrió el mercado de monedas digitales volvió a instalar el debate sobre la regulación de estos activos, un tema escabroso que el Banco Central del Uruguay (BCU) viene estudiando desde finales de 2021.
“El mercado de criptomonedas se caracteriza por la volatilidad”, aseveró el director legal de Ripio, Alejandro Rothamel. Ripio es una billetera virtual para comprar y vender criptomonedas con presencia en Uruguay.
El ejecutivo explicó que lo acontecido durante el último año con las criptodivisas llevó a “poner en boga” la regulación del mercado blockchain —tecnología por la cual se concretan las transacciones de criptomonedas. “Al igual que sucedió con la aparición de internet a principios de los 90´ y cada vez que emerge una tecnología disruptiva” se discute cómo encuadrar estas actividades en un marco normativo, apuntó Rothamel.
El experto en asuntos legales indicó que en la actualidad es la normativa europea la que marca el rumbo. “Básicamente es una norma que obliga a los exchanges (plataformas de cambio de criptomonedas) a recabar información de sus usuarios y también información de personas externas a la plataforma. Esto no apunta tanto a la industria, sino a la tecnología. Y esto es un punto de quiebre”, se explayó.
En cuanto a lo que concierne a Uruguay, el BCU viene desarrollando un marco conceptual para la regulación. Según afirmó a Café & Negocios el órgano regulador a través de su área de Comunicación, el enfoque propuesto por el marco conceptual dio lugar a un anteproyecto de ley formulado a fines de 2021, que fue remitido al Parlamento a través del Ministerio de Economía. De esta manera, “los proveedores de servicios de activos virtuales ingresarían al perímetro de regulación y supervisión de la Superintendencia de Servicios Financieros del BCU”.
A su vez, desde Ripio, han tenido intercambios con el BCU para contribuir a este marco regulatorio, según indicó Rothamel. “Hay mucha permeabilidad (por parte del BCU) a la percepción de la industria y a lo que dice la industria; tiene un interés genuino de que el exchange se desarrolle en este país”, apuntó el ejecutivo.
El caso que puede acelerar la regulación en Uruguay
En este contexto de volatilidad, tanto Ripio como Binance, una de las principales plataformas de intercambio de criptomonedas en el mundo que también opera en Uruguay, están a favor de la regulación de los activos digitales.
Sin embargo, en las últimas semanas el BCU llamó la atención de Binance por difundir publicidad para “comprar criptomonedas bajo una inversión con características de ahorro”. A través del Diario Oficial, el órgano estatal hizo un llamado a la plataforma con el fin de que “formule su descargo y articule su defensa” ante el episodio.
En paralelo, el BCU emitió una resolución por la difusión de “publicidad realizada en redes sociales y otros medios de comunicación masivos, por parte de personas o empresas operando en plaza bajo la forma de plataformas tecnológicas, o haciendo uso de las mismas, donde ofrecen al público la opción de comprar criptomonedas bajo una inversión con características de ahorro, así como la promesa de tasas de retorno determinadas sobre la inversión”.
En el comunicado, la Superintendencia de Servicios Financieros del BCU aclara que “la convocatoria al público en general para la aplicación de sus ahorros, solo puede hacerse bajo la forma autorizada para la captación a través de instituciones de intermediación financiera autorizadas a captar depósitos en plaza o como emisor inscrito en el registro de mercado de valores”.
Ante el llamado de atención del órgano regulador, Café & Negocios consultó a Binance, representantes de la empresa prefirieron enviar la siguiente declaración: “Binance está al tanto de la comunicación del Banco Central de Uruguay y ya inició un diálogo con la autoridad. Binance refuerza que está liderando el camino a nivel mundial en el desarrollo del ecosistema blockchain y cripto, trabajando en colaboración con los reguladores, legisladores, gobiernos y autoridades del cumplimiento de la ley para garantizar el entorno más seguro. Binance también destaca que está totalmente comprometida con el compliance y cree que la regulación es la única forma en que la industria puede expandirse y llegar al público en general.”
Consultado sobre si este episodio llevó a acelerar sus trabajos de regulación de las criptomonedas en Uruguay, el BCU respondió a través de su área de Comunicación que, si bien la Superintendencia de Servicios Financieros cuenta con un plan estratégico y un plan de actividades anual donde se establecen los objetivos de regulación, el hecho protagonizado por Binance “puede introducir modificaciones”.
