"Tengo muchos recuerdos clásicos pero el que me marcó más fue el del Apertura 2002 que ganamos 2 a 0 y anoté un gol. Más que nada por el momento que vivimos, porque no concentramos por un tema salarial. Nos debían como cuatro o cinco meses de sueldo y el viernes antes del partido decidimos no concentrar. Nos fuimos cada uno para su casa. El técnico era Daniel Carreño.
Cada uno estuvo en su domicilio y el domingo nos juntamos en el Club de Golf de Punta Carretas dos horas antes del partido y nos fuimos en un minibús al Estadio, con custodia y todo, pero de particular. Fue una medida contra la directiva y arriesgamos mucho al no concentrar para un clásico.
Yo fui a almorzar a lo del Chengue (Morales) que vivía en Pocitos y comimos pastas, no me acuerdo si eran tallarines, la señora nos cocinó. Y luego los familiares nos arrimaron al Club de Golf.
Ganamos 2 a 0. Yo hice un gol y el otro lo hizo Horacio Peralta. En el gol mío la pelota me llegó luego de un centro de Gustavo Méndez del lado de la América pasando el medio, el Chengue la bajó en el área, yo venía por el medio a buscar el rebote y me quedó, le pegué de sobrepique, como de tres dedos, y me salió al ángulo. Elduayen era el arquero.
Prácticamente no hice festejo porque era uno de mis primeros goles y no estaba acostumbrado. Y con la carrera larga que me había mandado no daba para tanto festejo, más que abrazar a los compañeros. No podía creer el gol que había hecho. Fuimos de particular, nos juntamos en el Club de Golf, y fue uno de los clásicos más importantes que me quedó".
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