Un grupo de científicos de la Universidad de la República y del Instituto Clemente Estable trabajan en la detección del virus SARS-CoV-2 en aguas residuales.
Investigadores de la Facultades de Ciencias, Ingeniería, Medicina y Química (aa través del Polo Tecnológico de Pando), además del Instituto Clemente Estable y la Fundación Ricaldoni están buscando crear una herramienta de vigilancia epidemiológica que permita monitorear la pandemia en los territorios conectados a las redes de saneamiento de Rivera y Melo.
Los científicos explicaron que hasta el día de hoy los casos positivos de covid-19 se detectan solo si se hisopa a la persona. Con las aguas residuales se reciben las excretas de todas las personas conectadas a la red de saneamiento, que permite realizar un monitoreo más abarcativo y de menor costo.
Los científicos buscan una correlación entre la presencia de virus SARS-CoV-2 que trasladan las aguas residuales y la cantidad de personas infectadas en esa región. Al alcanzar este cometido, las autoridades podrán conocer mejor la situación epidemiológica de esa región y podrá ayudar a tomar mejores decisión, y más específicas, para esa zona del país.
El proyecto comenzó en julio de 2020. En ese momento, la ingeniera hidráulica-sanitaria Elizabeth González, la ingeniera química Liliana Borzacconi y la ingeniera hidráulica-ambiental Julieta López diseñaron la idea hace más de un año. Buscaron fondos para realizar los estudios y se contactaron con científicos de Ciencias y de Medicina para lograr un equipo interdisciplinario. Según informó la Fundación Ricaldoni, la experta en microbiología del Clemente Estable, Claudia Etchepare, tenía una idea similar y la sumaron al proyecto.
En setiembre de 2020 lograron acceder a fondos del Espacio Interdisciplinario de la Udelar. Fueron 450 mil pesos para empezar los estudios. Los investigadores consideraron que el monto era escaso, aunque pudieron hacer los estudios. Para llevarlos a cabo, le plantearon la iniciativa a OSE, que también colaboró.
Fue así que definieron que los monitoreos se realizarían en las ciudades de Rivera y Melo una vez por semana. Además, indicaron las condiciones para la extracción de muestras, que serían realizadas por personal técnico de OSE. También estipularon la forma de preservarlas, transportarlas y analizarlas.
En 2020, ensayaron técnicas para identificar el virus. Los análisis se realizan en la Facultad de Ciencias. En enero 2021, comenzaron a cotejar los resultados obtenidos con la cantidad de personas infectadas en cada barrio de estudio de Rivera y de Melo.
Al día de hoy, el equipo está ajustando las correlaciones de casos positivos reales con los datos obtenidos en los análisis de las aguas residuales.
“Todavía estamos tratando de entender cómo se comporta el SARS-CoV-2 en las aguas residuales. Sabemos que las personas excretan el virus cuando están enfermas, podemos detectarlo en las aguas residuales, pero hay una cantidad de detalles para afinar respecto a cómo se comporta. Estamos aprendiendo. En el desarrollo de la investigación surgen preguntas y tratamos de responderlas”, explica la viróloga Mabel Berois de la Facultad de Ciencias.
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