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El ejemplo que los productores de papa dieron en medio de la sequía
La producción nacional de papa, pese a la sequía que hubo durante varios meses en todo el territorio nacional a partir de octubre del año pasado (adversidad que motiva incluso que la declaración de Emergencia Agropecuaria persista hasta fin de 2023), superó de muy buen modo esa adversidad y los productores generaron un volumen suficiente como para que el abasto al mercado sea adecuado hasta que ingrese la papa de la nueva zafra.
Eso fue comprobado recientemente en la encuesta de papa "Primavera 2023", elaborada por los profesionales de Estadísticas Agropecuarias del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP).
Nicolás Chiesa, director general de la Granja en el ministerio, destacó a El Observador que el papero es un sector con una fuerte inversión, en varios ítems, en tecnología, semillas, fertilizantes y en otros insumos también, "una inversión muy alta como para arriesgarla por lo climático, una pérdida a un productor que no pueda regar en una sequía como la que hubo lo destruye".
Para darle estabilidad a la producción, un nivel de seguridad importante, los productores de papa han invertido mucho en el acceso al agua y en el riego, valoró Chiesa.
Eso, además, "ha permitido ya durante muchos años tener una muy buena oferta de papa, en cantidad y de calidad, como siempre con momentos de mayor o menor oferta con base en los temas climáticos, pero siempre con una importante oferta de papa nacional", comentó.
Los datos de la encuesta
En el ciclo productivo de otoño 2023 se sembró papa en 2.132 hectáreas, con una producción de 50.914 toneladas y un rendimiento promedio de 23,9 toneladas por hectárea.
La superficie regada alcanza el 80% del área de cultivo y como se dijo explica que, en medio de una sequía que el ministro Fernando Mattos definió como “la peor de la historia”, se hayan obtenido buenos rendimientos en los cultivos.
Un dato clave que resultó de la encuesta es que de lo cosechado en otoño quedan almacenadas con destino comercial 9.791 toneladas –un 97% en cámara frigorífica y el resto en galpón-, producción que abastecerá al mercado interno hasta que llegue al mismo la papa de la cosecha del otro ciclo anual, el de primavera, previsto eso para fines de noviembre e inicios de diciembre.
Más papa de primavera
La intención de siembra para la zafra de primavera-verano 2023/24 es de 975 hectáreas, un 12% superior a la del año anterior.
Para esta siembra se utilizaron 2.638 toneladas de semilla, lo que indica que la densidad promedio de siembra se sitúa en 2,7 toneladas por hectárea.
De la semilla utilizada el 94% fue de uso propio y un 6% comprada.
En cuanto a la distribución de área, un 58% del área corresponde a cultivos tempranos (julio y agosto), otro 34% a cultivos de estación (setiembre y primera quincena de octubre) y un 8% a tardíos (segunda de octubre a primera de diciembre).
Con la mira en el otoño
Con base en datos preliminares, la intención de siembra para otoño 2024 declarada por los productores es de 2.186 hectáreas.
De concretarse dicha área significaría una superficie 2,5% superior a la de la pasada zafra.
La intención de compra de semilla importada para las siembras de referencia se sitúa en 1.447 toneladas.
Por otra parte los productores declaran tener almacenadas con destino a semilla unas 4.850 toneladas.
