El progreso de la contraofensiva ucraniana se mide sólo en “centenares de metros”

Ahora, la contraofensiva respaldada por Occidente, que comenzó con una gran esperanza, se enfrenta a un momento crucial con el otoño acercándose, ya que la lluvia y el barro harán que el trabajo sea aún más difícil.

“Hay un gran progreso”, dijo Seth Jones, vicepresidente senior y director del programa de seguridad internacional en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales. “Es el comienzo de agosto. La realidad es que no está claro cuánto podrán recuperar los ucranianos en un corto período de tiempo”.

Según el autor de la nota del USA Today, Tom Vanden Brook, la contraofensiva comenzó a principios de verano en medio de grandes expectativas. Los aliados estadounidenses y occidentales habían entrenado a más de 60.000 soldados en las tácticas de la OTAN que enfatizan la sincronización de ataques entre las unidades de combate terrestre, la artillería y el poder aéreo. El Pentágono proporcionó docenas de vehículos blindados de transporte de personal y otros aliados enviaron tanques y equipos modernos.

La guerra, lanzada como una invasión ilegal y no provocada en febrero de 2022 por el presidente ruso Vladimir Putin, fue enormemente sangrienta y costosa. Más de 9.300 civiles ucranianos murieron y 16.600 resultaron heridos, según Naciones Unidas. Las estimaciones de las bajas de tropas rusas y ucranianas varían. Las bajas rusas totalizaron alrededor de 200.000 soldados, 40.000 de ellos muertos, estimaron funcionarios estadounidenses esta primavera. Documentos clasificados de los Estados Unidos filtrados por un miembro de la Fuerza Aérea norteamericana mostraban alrededor de 125.000 bajas de tropas ucranianas, unas 17.000 de ellas, en acción.

El Pentágono envió o prometió enviar más de US$ 44 mil millones en ayuda militar a Ucrania. Pero para romper el estancamiento en el que cayó la contraofensiva y avanzar, los funcionarios occidentales dicen que Ucrania necesitará más ayuda, incluidos aviones de combate avanzados para romper las defensas rusas en territorio ocupado.

Las fuerzas ucranianas lograron, este verano, avances mínimos a lo largo de un frente de 900 kilómetros en el este de Ucrania, según funcionarios estadounidenses que no estaban autorizados a hablar en público. En los últimos días se realizaron algunos avances potencialmente significativos.

Pero hasta ahora se retomó poco terreno. En la mayoría de los lugares, el progreso se mide en decenas de metros dijo, pese a la no autorización, un funcionario estadounidense. Eso no es mucho considerando que Rusia ocupa alrededor del 20% de Ucrania.

Uno de los puntos donde se lograron mejores resultados fue en la provincia occidental de Zaporiyia en el sureste de Ucrania, pero es probable que esos progresos estén marcados por períodos de pausa y retrocesos, según una evaluación realizada el jueves por el Instituto para el Estudio de la Guerra.

Las tropas ucranianas también lograron avances cerca de la ciudad devastada de Bajmut, dijo el funcionario. Esa ciudad fue escenario de feroces combates durante el invierno.

Las fuerzas rusas pasaron el invierno y la primavera preparando elaboradas capas de defensa. Sembraron el suelo con vastos campos de minas como primera línea de defensa, construyeron zanjas y erigieron barreras de tanques conocidas como “dientes de dragón” para canalizar a las fuerzas ucranianas hacia un terreno que puedan cubrir con fuego de artillería.

Las tropas ucranianas se enfrentaron a “cientos de campos minados”, dijo el funcionario estadounidense. Es difícil atravesar las minas de forma segura en las mejores circunstancias. Hacerlo bajo fuego significó la muerte de un número significativo de tropas ucranianas, dijo el funcionario, y agregó que el total de bajas no estaba claro aún. Docenas de vehículos blindados occidentales también fueron destruidos o dañados.

El lento progreso no es una sorpresa ni una acusación de la resolución ucraniana o las tácticas occidentales, dijo Jones. La falta de apoyo aéreo para las tropas terrestres ucranianas estuvo “paralizando” su contraofensiva.

Ningún ataque liderado por los Estados Unidos involucraría sólo un componente de las fuerzas terrestres, aéreas y marítimas del Pentágono, dijo Jones. Sin embargo, los ucranianos se limitaron a atacar casi exclusivamente por tierra. Los pilotos ucranianos vuelan una cantidad relativamente pequeña de aviones de la era soviética que son superados por los modernos aviones de combate y defensas aéreas de Rusia.

“No quiero descartar la posibilidad de un gran avance en un área determinada”, dijo Jones. “Pero, sinceramente, va a ser muy difícil retomar el 19% o el 20% de la Ucrania que ocupa Rusia”.

Según agregó la fuente citada por USA Today, el reabastecimiento constante de municiones también es vital. Los ucranianos dispararon hasta 10.000 proyectiles de artillería por día contra las tropas rusas.

Las municiones en racimo, proyectiles que esparcen explosivos más pequeños, generaron controversia cuando la administración Biden aprobó su inclusión en paquetes de ayuda militar anteriores. Las armas, prohibidas por más de 100 países, pueden dejar bombetas sin explotar que matan o mutilan civiles.

Usando municiones de racimo, los ucranianos tuvieron éxito atacando concentraciones de tropas rusas, dijo un segundo funcionario estadounidense. Ese funcionario, citando informes de inteligencia recientes, también dijo que los ucranianos lograron penetrar en campos minados en algunas áreas, una señal esperanzadora que podría conducir a mayores avances.

Notablemente ausentes de las acciones, hay dos elementos que podrían acelerar la contraofensiva, dijo Jones. Los aviones de combate avanzados como el F-16 podrían brindar cobertura a las tropas terrestres ucranianas, y el Sistema de Misiles Tácticos del Ejército, conocido como ATACMS, tiene un alcance de casi 350 kilómetros y puede llegar a los puestos de mando y logística clave operados por los rusos.

“Los Estados Unidos pudo debilitar a uno de sus adversarios más importantes sin perder un solo soldado propio”, le dijo Jones a USA Today.

Los pilotos ucranianos están listos para comenzar a entrenar en los F-16, que los aliados de los Estados Unidos se comprometieron a proporcionar en algún momento de este mes. Los ATACMS permanecen en la lista de deseos de Ucrania, pero la decisión de la Casa Blanca de enviarlos no es inminente, dijo un funcionario. La Casa Blanca y el Pentágono retuvieron armas sofisticadas como el F-16 por temor a que Rusia intensifique la guerra y ataque a los países cercanos de la OTAN, lo que provocaría un conflicto más amplio. El gobierno ucraniano aseguró que no usará las armas para atacar dentro de Rusia.

El senador demócrata por Connecticut, Richard Blumenthal, miembro del Comité de Servicios Armados, respalda el envío de ambos sistemas de armas a los ucranianos.

“Es un paso incremental que está bien justificado”, dijo Blumenthal. “No proporciona nada drásticamente diferente. Es más artillería, lo que es profundamente necesario debido a las defensas atrincheradas de los rusos, las minas y los dientes de dragón. Es una defensa profundamente difícil y mortal”.

(USA Today y agencias)