Este lunes se firmó un acuerdo entre el Francia y el Reino Unido por el cual éste último país acepta pagar € 72,2 millones hasta abril de 2023 para financiar el costo del patrullaje marítimo tendiente a evitar que los migrantes a lo largo de la costa francesa crucen el Canal de la Mancha en pequeñas embarcaciones para acceder a tierras británicas, informó la cadena DW.
Los cruces de inmigrantes a través del canal han sido una fuente de tensión entre Londres y París ya que el número de migrantes que llegan a las costas británicas ha aumentado este año hasta un récord de 40.885, una cifra superior a los 28.561 registrados en 2021, según el Ministerio de Defensa del Reino Unido.
El acuerdo firmado entre el ministro del Interior francés, Gerard Darmanian, y su homóloga británica, Suella Braverman, establece que Francia aumentará sus patrullas en un 40 % en 2022/2023, lo que implica el compromiso de 350 oficiales franceses adicionales.
Los oficiales británicos también se unirán a las salas de control dirigidas por Francia para mejorar la coordinación y "fortalecer el entendimiento común" en los dos lados del Canal.
La seguridad en los puertos también esta incluida en la suma de financiamiento e implica el uso de drones, perros, cámaras de vigilancia y helicópteros. Los centros de recepción y expulsión en el lado francés del mar también obtendrán fondos para la atención de aquellas personas a las que se les impide cruzar.
En un comunicado desde París, la ministra Braverman afirmó que "no hay soluciones rápidas, pero este nuevo arreglo significará que podemos aumentar significativamente el número de gendarmes franceses que patrullan las playas del norte de Francia y garantizar que los oficiales franceses y británicos trabajen de la mano para detener a los traficantes de personas".
El acuerdo se produce tras una reunión entre el nuevo primer ministro británico Rishi Sunak y su par francés Emmanuel Macron en la cumbre COP27 en Egipto.
Sunak ha adoptado un enfoque diferente con respecto a Francia que el de sus predecesores, Liz Truss y Boris Johnson, quienes a su turno la habían culpado por no hacer lo suficiente para detener la gran cantidad de personas que cruzan ilegalmente hacia el Reino Unido.
El gobierno del Reino Unido ha estimado que el costo de alojar a los inmigrantes y tratar con las solicitudes de asilo, que han creado un atasco debido a su creciente número, está en el orden de £ 6,8 millones por día.
Los grupos de derechos de los refugiados han acusado al gobierno británico de trato inhumano a los migrantes, incluido su alojamiento en viviendas insalubres y una retórica insensible que, según dicen, ha llevado a un aumento de las amenazas de violencia, como el atentado con una bomba incendiaria contra un centro de inmigración en Dover el 30 de octubre.
El centro de inmigración de Dover es la primera parada para miles de personas que realizan el peligroso viaje a través del Canal de la Mancha para buscar asilo en Gran Bretaña.
El primer ministro Rishi Sunak ha dicho que Gran Bretaña es un lugar compasivo y acogedor para los solicitantes de asilo, pero esto depende de que el país pueda vigilar sus fronteras de manera efectiva, pero su ministra del Interior, Suella Braverman, enfrenta fuertes críticas por calificar la llegada de solicitantes de asilo como "una invasión".
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá