El triunfo de la cantera

Un año antes de que comenzara este siglo, en 2000, el entonces presidente de Nacional, Eduardo Ache, nombró a Daniel Enríquez como coordinador de las divisiones juveniles del club.

Ese fue un punto de inflexión, un click que se dio en la cantera tricolor.

A partir de allí y con el paso del tiempo, comenzaron a darse resultados alentadores en la institución que fueron más allá inclusive de los técnicos de turno, así como también de quién ocupara el lugar de presidente.

Tras el arribo de Ricardo Alarcón como titular de los bolsos, el propio Enríquez dejó su puesto y pasó a ser gerente deportivo. Estuvo en ese puesto determinante para todo y conociendo a los futbolistas que en su momento, él mismo dirigió en inferiores o los vio crecer.

Este fue uno de los temas fundamentales que ayudaron a este buen momento de Nacional a la hora de acostumbrarse a dar vueltas olímpicas.

A Enríquez lo sucedió Roberto Roo quien a su vez, también realiza un trabajo a destajo con los juveniles.

El sábado, este Nacional que contó con varios futbolistas de su cantera, enfrentaba a un rival que también apostó muchísimo a eso. Defensor Sporting es merecedor de un aplauso por tener un 95% de su plantel principal con jugadores con copyright propio.

Una apuesta al futuro
La apuesta comenzó hace 12 años con el arribo de Ache a Nacional y en los últimos tiempos, se han visto los resultados más que positivos.

En la final del sábado, hubo tres ejemplos claros de la trascendencia que pueden tomar alguno de estos jugadores.

Allende la magia que desparramó el Chino Recoba –juega unos minutos y con eso le alcanza para destrozar defensas– Alexis Rolín fue un puntal en el fondo, quitándole hasta el aire a sus rivales.

El zaguero sigue imponiendo presencia y prestancia en la última zona tricolor y tiene un futuro espectacular.

Hace exactamente un año, Novara de Italia estuvo a punto de llevarse a Facundo Píriz con un contrato muy jugoso. Pero la personalidad del joven volante llevó a que se quedara una temporada más en el club de sus amores y mal no le salió. Se consagró campeón uruguayo con Nacional; si hubiera viajado al viejo continente, hubiese descendido con Novara.

Lo de Píriz no se circunscribe exclusivamente al gran encuentro que mostró el sábado. Desde hace tiempo que es figura trascendente en la mitad de la cancha alba con un magnetismo muy especial que va más allá de su temperamento. Posee una convicción notable y cuando está enchufado, es prácticamente impasable.

El tercer futbolista que se suma a esta lista es Maximiliano Calzada, quien tuvo un cierre de campeonato espectacular. Otro volante más de la cantera tricolor quien se identifica con el club de gran manera y redondeó un muy buen año.

Estos tres son los abanderados de una generación que también cuenta con Leonardo Burián, Mathías Abero, Darwin Torres y Santiago Romero, entre otros, y a los que se suman asimismo ex jugadores juveniles del club como Luis Suárez, Coates, el Morro García y Mauricio Pereyra.

Nacional le ganó este Uruguayo a un gran equipo, quizá el que mostró el mejor fútbol, también plagado de jóvenes. Un premio a la constancia.