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Elogios unánimes al proyecto de mejora de la competitividad de la ganadería
En el frigorífico BPU, en Durazno, se presentaron los primeros resultados del estudio de eficiencia de conversión de pasto a carne
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12 de julio de 2015 a las 05:00
Ya no es raro ver ni corrales ni suplementaciones en la ganadería de Uruguay. Y tener animales que cuando se les cambian las condiciones de producción responden en forma positiva es una buena noticia para los criadores.
Los novillos que participan del proyecto Mejora del Competitividad de la Ganadería Uruguaya con 280 kilos de carne tienen calibre y peso de corte para entrar a los mercados más exigentes, remarcó el presidente de la Sociedad de Criadores de Hereford, Alejandro Costa, durante la presentación del proyecto realizada el pasado jueves en el frigorífico BPU en Durazno.
En un corral de engorde se mide la eficiencia de conversión de cada animal a través de comederos que cuentan con una balanza que pesa la ración y un lector de caravanas que identifica cuánto come cada animal. Esos animales fueron faenados la semana pasada.
Costa resaltó el compromiso de la institución con la investigación y el ejemplo es la evaluación que se hace en la Central de Hereford de Kiyú desde hace varias décadas. Del nuevo proyecto participan siete instituciones: el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA); la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII); el Instituto Clemente Estable (IIBCE); el Instituto Nacional de Carnes (INAC); el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP); la Asociación Rural del Uruguay (ARU); y la Hereford.
Este proyecto que se lleva a cabo en Kiyú permitirá a través de la genómica abrir otras líneas de investigación en otros campos, por ejemplo determinadas características que demanden los consumidores, el uso eficiente de agua, la huella de carbono y los gases de efecto invernadero, donde la gremial estará aportando, sostuvo Costa.
También posiciona al INIA en el proyecto que la gremial de criadores comparte en materia de evaluación genética panamericana de la raza Hereford junto con Estados Unidos, Canadá y Argentina, donde especialmente la gremial estadounidense está incorporando la genómica en sus evaluaciones. Por lo tanto la investigación de Uruguay se posiciona al mismo nivel que los países desarrollados, remarcó el presidente de la Hereford.
Para el presidente de INIA, Álvaro Roel, el emprendimiento que utiliza información genómica representa una plataforma y es un ejemplo en el quehacer del instituto hacia adelante.
Sobre todo se inserta en las líneas nuevas de trabajo donde INIA ha hecho una fuerte inversión en investigación de salud animal y cuya visión de trabajo es articular las capacidades institucionales púbicas y privadas, trabajando en temas de hoy, pero también en aspectos de frontera del conocimiento.
Roel resaltó que dejan bases operativas propias de un proyecto, que además permitirá seguir avanzando en una alta conexión con el mundo y formando recursos humanos, lo que es clave para darle continuidad a este proyecto.
Roel recordó que cuando se lanzó el proyecto se manejaba la hipótesis de reducir los malos efectos ambientales. "Este proyecto ya está demostrando que los animales más eficientes trasmiten menos metano". Dijo además que este proyecto permitirá avanzar en las mediciones de agua y de la huella hídrica.
Proyecto histórico
El gerente de la ARU, Gonzalo Arroyo, recordó que hace 144 años se creó esta gremial con el objetivo inicial de pacificar la campaña y de crear los instrumentos institucionales que permitieran llevar adelante actividades productivas. En los primeros años se creó el Código Rural y el alambramiento de los predios.
Con el correr de los años ARU abordó un hecho trascendente cuando el directivo Federico Vidiella creo los Registros Genealógicos. Este fue el primer instrumento al servicio del mejoramiento genético siendo de las razas Hereford y Shorthorn los primeros animales que se introdujeron al país con ese objetivo. Desde entonces se ha ido avanzando con el conocimiento científico a distintas velocidades hasta esta convocatoria de mejoramiento de la ganadería, dijo Arroyo. l
El proyecto Mejora de la Competitividad de la Ganadería Uruguaya será de los estudios que harán la diferencia en los nuevos tiempos de los mercados de la carne. Uruguay tiene un buen mapa de mercados, pero cada vez se harán más competitivos dentro y fuera de la región, destacó a El Observador Agropecuario el gerente del frigorífico BPU, Daniel de Mattos. El país tiene que jugar con las herramientas que lo diferencien, con este instrumento y otros como la trazabilidad, que le permitirán capturar valor en el mercado. Incluso será posible hacer un mejor marketing de la carne uruguaya.
Los novillos que participan del proyecto Mejora del Competitividad de la Ganadería Uruguaya con 280 kilos de carne tienen calibre y peso de corte para entrar a los mercados más exigentes, remarcó el presidente de la Sociedad de Criadores de Hereford, Alejandro Costa, durante la presentación del proyecto realizada el pasado jueves en el frigorífico BPU en Durazno.
En un corral de engorde se mide la eficiencia de conversión de cada animal a través de comederos que cuentan con una balanza que pesa la ración y un lector de caravanas que identifica cuánto come cada animal. Esos animales fueron faenados la semana pasada.
Costa resaltó el compromiso de la institución con la investigación y el ejemplo es la evaluación que se hace en la Central de Hereford de Kiyú desde hace varias décadas. Del nuevo proyecto participan siete instituciones: el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA); la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII); el Instituto Clemente Estable (IIBCE); el Instituto Nacional de Carnes (INAC); el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP); la Asociación Rural del Uruguay (ARU); y la Hereford.
Este proyecto que se lleva a cabo en Kiyú permitirá a través de la genómica abrir otras líneas de investigación en otros campos, por ejemplo determinadas características que demanden los consumidores, el uso eficiente de agua, la huella de carbono y los gases de efecto invernadero, donde la gremial estará aportando, sostuvo Costa.
También posiciona al INIA en el proyecto que la gremial de criadores comparte en materia de evaluación genética panamericana de la raza Hereford junto con Estados Unidos, Canadá y Argentina, donde especialmente la gremial estadounidense está incorporando la genómica en sus evaluaciones. Por lo tanto la investigación de Uruguay se posiciona al mismo nivel que los países desarrollados, remarcó el presidente de la Hereford.
Para el presidente de INIA, Álvaro Roel, el emprendimiento que utiliza información genómica representa una plataforma y es un ejemplo en el quehacer del instituto hacia adelante.
Sobre todo se inserta en las líneas nuevas de trabajo donde INIA ha hecho una fuerte inversión en investigación de salud animal y cuya visión de trabajo es articular las capacidades institucionales púbicas y privadas, trabajando en temas de hoy, pero también en aspectos de frontera del conocimiento.
Roel resaltó que dejan bases operativas propias de un proyecto, que además permitirá seguir avanzando en una alta conexión con el mundo y formando recursos humanos, lo que es clave para darle continuidad a este proyecto.
Roel recordó que cuando se lanzó el proyecto se manejaba la hipótesis de reducir los malos efectos ambientales. "Este proyecto ya está demostrando que los animales más eficientes trasmiten menos metano". Dijo además que este proyecto permitirá avanzar en las mediciones de agua y de la huella hídrica.
Proyecto histórico
El gerente de la ARU, Gonzalo Arroyo, recordó que hace 144 años se creó esta gremial con el objetivo inicial de pacificar la campaña y de crear los instrumentos institucionales que permitieran llevar adelante actividades productivas. En los primeros años se creó el Código Rural y el alambramiento de los predios.
Con el correr de los años ARU abordó un hecho trascendente cuando el directivo Federico Vidiella creo los Registros Genealógicos. Este fue el primer instrumento al servicio del mejoramiento genético siendo de las razas Hereford y Shorthorn los primeros animales que se introdujeron al país con ese objetivo. Desde entonces se ha ido avanzando con el conocimiento científico a distintas velocidades hasta esta convocatoria de mejoramiento de la ganadería, dijo Arroyo. l
La diferencia
El proyecto Mejora de la Competitividad de la Ganadería Uruguaya será de los estudios que harán la diferencia en los nuevos tiempos de los mercados de la carne. Uruguay tiene un buen mapa de mercados, pero cada vez se harán más competitivos dentro y fuera de la región, destacó a El Observador Agropecuario el gerente del frigorífico BPU, Daniel de Mattos. El país tiene que jugar con las herramientas que lo diferencien, con este instrumento y otros como la trazabilidad, que le permitirán capturar valor en el mercado. Incluso será posible hacer un mejor marketing de la carne uruguaya.
