Secciones
Mercados
Últimas
Clima
La loable meta de Naciones Unidas de mejorar el mundo choca con la realidad de que las exigencias de conflictos bélicos, la puja por liderazgo entre potencias y los intereses internos de cada país toman precedencia sobre la erradicación de la pobreza y el hambre, la protección ambiental y la paz. Una ambiciosa agenda de 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), a ser alcanzados antes de 2030, acaba de ser aprobada por los 193 miembros de la ONU. Pero la ponen en la categoría de buenas intenciones de cumplimiento improbable los infértiles 15 años que han pasado desde que un programa parecido fuera votado en Río de Janeiro por una reunión cumbre de jefes de gobierno, sin mayores progresos hasta ahora. Los principales obstáculos al avance son la falta de voluntad política y el retaceo financiero. Los ocho Objetivos del Milenio aprobados en 2000 recibieron de los gobiernos menos de la mitad de los US$ 320.000 millones que se habían acordado para llevarlos a la práctica.
Nada indica que las naciones contribuyentes den un giro total y estén más dispuestas a cumplir plenamente esta vez con los aportes requeridos para asegurar una vida más digna a los muchos millones de personas que pasan hambre y hasta mueren por inanición y por falta de servicios básicos, como la atención médica, el acceso al agua y al saneamiento. Buena parte de los fondos que faltaron en los últimos años fueron dedicados, por los países en conflicto y las potencias que apoyan a uno u otro bando, a solventar las constantes guerras en Medio Oriente y África. Organismos de la ONU e instituciones no gubernamentales se esfuerzan en atender las necesidades de poblaciones desprotegidas, con un éxito parcial que está lejos de los ODS a los que ahora todos se han comprometido.
Incluyen eliminar en los próximos 15 años la pobreza y el hambre en todo el mundo, asegurar educación y empleo y reducir las desigualdades entre países y dentro de cada uno. Otros dos objetivos principales son asegurar la paz y combatir el cambio climático. Un mundo que raramente ha conocido la paz, si es que alguna vez la tuvo, difícilmente logre erradicar los conflictos violentos desatados por diferencias ideológicas, étnicas o religiosas o por simples ambiciones de poder. Y los principales culpables del deterioro del medioambiente siguen omisos en revertirlo, ya sea por incompetencia en proteger los recursos naturales o para defender intereses económicos. Estados Unidos, por ejemplo, es líder mundial en la nociva emisión de gases, que promete controlar pero deja persistir para no afectar su vasta estructura industrial. Y China casi nada hace en materia ambiental.
Lo único que atenúa el pesimismo generado por el fracaso de los Objetivos del Milenio del año 2000 es que hay una gradual toma limitada de conciencia de las ignominiosas condiciones de vida de cientos de millones de personas y del riesgo que el descuido ambiental plantea al futuro de la humanidad. Por la propia naturaleza humana, es improbable que desaparezcan los conflictos armados que alejan el objetivo de un mundo en paz. Pero al menos son posibles algunos avances en mejorar las condiciones de vida de los pueblos más desprotegidos y en enlentecer la degradación del medioambiente. Es lo más que puede esperarse del nuevo programa de la ONU, siempre que los países, especialmente los más poderosos, aporten voluntad política y recursos para subsanar siglos de omisiones humanitarias y ambientales.
Por Inger Andersen
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Registrate gratis y seguí navegando.
¿Ya estás registrado? iniciá sesión aquí.
Pasá de informarte a formar tu opinión.
Suscribite desde US$ 345 / mes
Elegí tu plan
Estás por alcanzar el límite de notas.
Suscribite ahora a
Te quedan 3 notas gratuitas.
Accedé ilimitado desde US$ 345 / mes
Esta es tu última nota gratuita.
Se parte de desde US$ 345 / mes
Alcanzaste el límite de notas gratuitas.
Elegí tu plan y accedé sin límites.
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá