Las autoridades austriacas pusieron el martes en cuarentena un hotel de la turística Innsbruck, capital de la región alpina del Tirol, donde trabajaba una recepcionista italiana contaminada por el coronavirus, informó la prensa local.
Una portavoz del gobierno del Tirol no quiso identificar el lugar de trabajo de esta mujer pero, según medios locales, se trata del Gran Hotel Europa, con 108 habitaciones, en el centro de la ciudad.
"Nadie puede entrar ni salir mientras las autoridades comprueban con quién estuvo en contacto", declaró a la AFP la portavoz, añadiendo que la vivienda de esta mujer, también en Innsbruck, había sido aislada.
La mujer y su pareja, también italiano, fueron puestos en cuarentena en un hospital de la ciudad, donde fueron diagnosticados con el nuevo coronavirus, según Günther Weiss, director del hospital universitario de Innsbruck.
Se trata de los primeros casos de COVID-19 en el país.
Ambos de 24 años, viajaron el viernes en coche desde Lombardía, de donde son oriundos, hacia Austria.
Lombardía es la región italiana más afectada por la epidemia.
Los ministros de Salud de los países vecinos a Italia se comprometieron este martes a mantener las fronteras abiertas pese al brote de coronavirus, informó el ministro italiano de Salud, Roberto Speranza.
Los ministros consideran un cierre de fronteras "ineficaz y desproporcionado", indicó Speranza tras la reunión con sus homólogos de Francia, Suiza, Austria, Eslovenia y Croacia además de Alemania y el representante de la Unión Europea.
Los ministros decidieron que no se aplicarán "modificaciones a las condiciones de viaje" de los italianos.
"Estamos hablando de un virus que no reconoce las fronteras. Ningún país va a actuar solo", recalcó Speranza.
En un comunicado conjunto, los ministros y el representante de la Unión Europea prometieron "compartir y estandarizar la información para los viajeros que regresan o se dirigen a zonas de riesgo".
También aumentarán el intercambio de información médica y epidemiológica, así como las medidas adoptadas para hacer frente al brote.
El ministro Speranza explicó que la cancelación por parte de Italia de los vuelos directos hacia y desde China "redujo enormemente" la propagación del virus, así como la instalación de aparatos térmicos en los principales aeropuertos.
"Las medidas tomadas han sido muy estrictas y serias. Debemos evitar cualquier alarmismo", dijo, tras explicar que el cerco sanitario impuesto a 11 localidades del norte de la península ha sido decidido por un comité científico.
Fuente: AFP
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