"La izquierda de la izquierda" y una línea "marcadamente socialista, no diluida ni matizada en el progresismo" fueron dos emblemas polémicos de la dirección del diputado Gonzalo Civila en el Partido Socialista (PS) que hicieron aflorar fisuras en la interna. El ala que por años dirigió a la colectividad y hoy es minoría, denominada "de los renovadores", criticó semanas atrás el rol adoptado por los ortodoxos "tan lejano" del "horcón del medio" históricamente desplegado por el viejo líder Reinaldo Gargano.
El rol que debe jugar el PS, y sus posturas más radicales dentro de la izquierda, fue revindicado por el dirigente José Nunes en su rendición de cuentas al partido en el marco de un nuevo congreso, según consta en la serie de documentos internos a los que accedió El Observador.
El titular de la secretaría de Relaciones Nacionales –responsable de las conversaciones entre sectores en la interna frentista– sostuvo en un texto de 19 páginas que "en el Frente Amplio se dibujan con claridad tres espacios bastantes consolidados": el Espacio 609 construido en torno al MPP, la integración de la 1001 y el Partido Comunista, y la Convocatoria Seregnista Progresistas –en la que están aliados los sectores más centristas de la izquierda–.
"La pregunta que se ha hecho la dirección del Partido en este período ha sido: ¿Somos parte de alguno de esos espacios o expresamos una trayectoria y una propuesta que, sin perjuicio de los puntos en común que podamos tener con cada uno de los tres mencionados, es particular y requiere una expresión independiente? ¿Hay una izquierda política y social que no se ve reflejada en esos tres espacios y que nuestro Partido puede contribuir a expresar?", escribió.
Nunes dijo que "la respuesta" es "construir un espacio diferente a los anteriores", "comprometido con la causa de la dignidad humana y por ende jugado a la superación del capitalismo, el patriarcado, el burocratismo y toda forma de explotación". De esta manera reivindicó las alianzas tejidas con sectores como Casa Grande (de Constanza Moreira), el Partido por la Victoria del Pueblo, La Amplia (de Carolina Cosse) –entre otros– para impulsar la candidatura de Civila a la presidencia del Frente Amplio.
"Nuestro rol no es ser el punto medio del Frente Amplio, nuestro rol es ser el espacio del socialismo dentro del Frente Amplio", afirmó Nunes en su rendición a los socialistas. En los hechos, el reconocimiento de la 1001 y los comunistas como una pata distinta dentro de la coalición de izquierdas, implica un enfriamiento de las cercanías establecidas en las elecciones departamentales para postular a Cosse a la Intendencia de Montevideo.
Ese pacto –que hoy gobierna en la primera línea de la comuna– sufrió un golpe luego de que los comunistas se alinearan con la candidatura de Fernando Pereira para la presidencia del FA. En un primer momento habían dado su aval para que se manejara el nombre del socialista Civila.
Nunes admitió –contrario a sus declaraciones públicas– que "no fue una sorpresa" que Pereira saliera electo con "clara ventaja" como el nuevo presidente de su fuerza política. Sin embargo, consideró que Civila "salió fortalecido" tanto por "hacerse conocido para un público frenteamplista y no frenteamplista que hasta hace poco no sabía de su existencia" como por salir parado "como un referente de peso, que se expresa con claridad y firmeza, y propugna ideas que sintonizan con el sentir de muchas y muchos" que militan “de a pie”.
El responsable de los diálogos políticos del PS valoró además el aporte de propuestas de la candidatura de Civila y los sectores que lo apoyaron, contribuyendo con "el nivel de movilización" y el "alto número de votantes". "No creemos que este magro resultado pueda adjudicarse a la candidatura o al marco de alianzas, sino a problemas de posicionamiento y desarrollo del Partido que hay que analizar en una perspectiva de años", planteó.
Nunes reconoció a su vez dificultades para "trasladar a los territorios" las "coincidencias" con los sectores ya mencionados, criticados por la minoría renovadora por no representar al interior.
Parte de los documentos discutidos para el Congreso –instancia clave para delinear nuevos rumbos y encaminarse a la elección del nuevo secretario general– son las diez rendiciones de cuentas de las distintas secretarías del Partido.
La repartición de Movilización Social y Cultural, a cargo del presidente de Fancap, Gerardo Rodríguez, planteó como uno de sus objetivos a mediano plazo la recuperación de "un lugar genuino en el secretariado del PIT-CNT, desde donde poder consolidar el espacio sindical socialista". En el texto de 13 páginas llamó también a "no moderar el discurso" e "ideologizar la lucha", al tiempo que destacó el logro de las 800 mil firmas contra la LUC.
Por su parte, la secretaría de Organización, liderada por el edil de Montevideo, Nicolás Lasa, detalló que en el último período el Partido sufrió más de 300 desafiliaciones, al tiempo que recibió 645 nuevos afiliados. "Nos apena cada una de esas partidas", redactó, y llamó a trabajar para evitarlas y "comprender que un proceso de reafirmación ideológica tenga consecuencias".
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