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En el Parque hubo nervios, pero el final fue con aplausos
“¡Gutiérrez hacé un cambio!”, “¡Qué se despierte el equipo Gutiérrez!”. Promediaba el segundo tiempo y los hinchas de Nacional que estaban junto a la bancada de prensa del Gran Parque Central estaban nerviosos.
Los tricolores le ganaban 1-0 a Racing pero el partido era todo friccionado, muy apurado, sin pausas e impreciso, como hacía tiempo que no se lo veía al conjunto del Guti.
Además, Racing se arrimaba como no había podido hacerlo en la primera mitad, y, si bien no llegaba a rematar al arco, hacía exigir a Luis Mejía y a los zagueros para despejar la pelota cuando se acercaba al área.
El juego de Nacional era con velocidad pero chocaba contra el medio o el fondo del equipo de Sayago, que salió con una línea de cinco a la hora de defender.
Gutiérrez movió el banco y mandó a Mathías Cardacio en el lugar de Matías Zunino, quien volvió a jugar luego de la lesión que padeció en el clásico.
El volante organizó un poco el juego en el medio, pero tampoco hizo una gran diferencia con lo que era el clima del partido, marcado por la mínima diferencia en el tanteador.
El entrenador tricolor luego le dio ingreso a Pablo García y ahí sí dio en la tecla, no porque el juego cambiara, sino porque el puntero le dio claridad en velocidad y en la primera que tocó llegó el segundo gol, luego de una gran corrida del ex River Plate argentino, con asistencia para Thiago Vecino, el goleador que estaba peleado con el arco y se sacó la mufa para marcar el 2-0.
Ahí sí respiró el Parque que vio como su equipo dejaba de lado los nervios y las imprecisiones para empezar a abrochar una nueva victoria para tomar más distancia en la punta de la Anual y seguir en lo más alto del Clausura.
Fue un acierto del DT al darle minutos a un jugador con el que hacía tiempo no contaba, pero de quien tenía claro qué le podía aportar al equipo.
Una de las virtudes de este Nacional es esa, que todo el plantel parece estar a la altura para entrar y rendir en buen nivel, como ha pasado con Armando Méndez cuando le tocó entrar o con Santiago Rodríguez, que este domingo no estuvo tan efectivo, pero que ya ha dejado en segundo plano a los argentinos Pablo Barrientos y Gustavo Lorenzetti.
La noche tricolor siguó con el tercer gol inmediatamente del segundo. Los hinchas no se habían acomodado en sus butacas y volvieron a saltar para festejar el segundo gol de Vecino, en el primer doblete en su carrera en la principal categoría.
El delantero, que también estuvo en la lucha por la pelota, cerraba su gran noche en la que volvió al gol luego del primer tanto que anotó en su debut ante River Plate en el Intermedio.
Esta vez la asistencia fue de Matías Viña, quien había regulado bastante a lo largo del partido, pero que se fue arriba en el final para meter el pase de gol.
El lateral volvió a demostrar su gran nivel al perforar la zaga de Racing en el comienzo del partido en una proyección en diagonal.
“Es el mejor lateral uruguayo haciendo esas proyecciones en diagonal, no hay otro”, dijo Luis “Ronco” López, el entrenador que observaba el encuentro en el sector de los periodistas.
Con el 3-0 cerrado, Gutiérrez le dio descanso a Viña y lo sacó minutos antes de finalizar el partido, reemplazándolo por Palito Pereira, para que el Parque lo despidiera con aplausos de pie.
El malhumor de los hinchas ya era historia y Nacional cerraba la noche con goleada para escaparse en la Anual. Los albos demostraron tener un gran potencial en su plantel para destrabar situaciones complicadas y Gutiérrez siguió sacando rédito de ello, en una noche en la que hizo desaparecer los nervios de los hinchas.
