En Netflix, el amor llama dos veces

Judd Apatow es uno de los nombres más productivos pero a su vez menos conocidos (al menos para el público uruguayo) del cine y la televisión. Es el autor de películas como Virgen a los 40, Happy Gilmore, Ligeramente embarazada y las series Girls y Freaks and Geeks.

Y desde el año pasado es también el responsable de Love, su primera creación para Netflix y que hoy estrena su segunda temporada en el servicio de streaming.

Esta segunda etapa retoma la tragicómica historia de amor de Gus (Paul Rust, quien también es uno de los guionistas de la serie) y Mickey (Gillian Jacobs) quienes ofrecen sus miradas diferentes a las relaciones románticas, la búsqueda de pareja, el sexo y el amor en el mundo moderno.

Sus dos protagonistas son bastante diferentes (ella es una productora radial que se está recuperando de su alcoholismo y él es un guionista nerd, simpático pero poco apto socialmente) y su relación se siente genuina, pero a su vez se ve constantemente amenazada por sus dilemas, por sus personalidades que los hacen poco queribles para el espectador y por una demanda narrativa, ya que las idas y vueltas de su relación deben cubrir los doce episodios que componen esta segunda temporada.

Su romance enmarcado por la ciudad de Los Ángeles los convierte en el contraste perfecto a historias de amor ambientadas allí como la de la (casi) ganadora del Oscar La la land. Gus y Mickey son desagradables, sus defectos eclipsan sus aspectos positivos, cometen errores y tienen un vínculo predispuesto al desastre. Y eso es lo que hace de Love una serie encantadora.

Esta segunda temporada retomará la historia luego de la separación de ambos al final de la primera parte, con Gus en un nuevo trabajo como tutor de una niña actriz, y Mickey dedicada a recuperarse de sus diferentes adicciones.

Los adelantos muestran que a pesar de aquel distanciamiento, Mickey y Gus buscan estar juntos, a pesar de los problemas y alteraciones que ella posee y las locuras que él está dispuesto a hacer para impresionarla y protegerla.

"En esta temporada vemos lo que realmente funciona con los dos. Vemos qué los atrae del otro, el hecho de que realmente se llevan bien, se hacen reír mutuamente y que la pasan bien juntos", contó Jacobs a la revista Entertainment Weekly.

La actriz también destacó que en esta segunda fase se verá una evolución en el vínculo entre ambos, pero también los miedos y las tendencias autodestructivas de la pareja.

Y si bien la serie gira en torno a la dupla protagónica, el resto del elenco y las apariciones especiales como las que ya hubo en la primera temporada condimentan el relato y le aportan más detalles.

Las primeras reseñas elogian la mayor eficacia narrativa y lo atractiva que resulta la relación entre los dos protagónicos, que conforma una subversión de las tramas clásicas de las comedias románticas, uno de los aspectos más únicos y destacables de una serie que no es perfecta, pero en la que vale la pena invertir tiempo.