Fútbol > COMPETENCIA

En plena confusión de identidad, se le viene un calendario intenso a Peñarol

El equipo no encuentra el rumbo y en medio del desconcierto, se viene una seguidilla de partidos por Copa Libertadores y que incluye al clásico
Tiempo de lectura: -'
09 de marzo de 2020 a las 05:02

Sin identidad de juego, sin un equipo definido, con futbolistas nuevos que aún no han debutado en estos dos meses de gestión de Diego Forlán como entrenador y con un capitán cuestionado que no está 100% futbolísticamente como Cristian Rodríguez, Peñarol afronta una seguidilla importante de partidos con el clásico en el horizonte el 1° de abril.

La imagen que dejó el equipo contra Danubio el pasado sábado a la noche en el Estadio Campeón del Siglo fue de resignación.

Un club histórico que basó muchas veces sus logros internacionales en la resiliencia, está mostrando una cara mucho más oscura y devenida en un conjunto que busca su rumbo.

Que se debe ser tolerante con Forlán es una realidad. Hasta el momento ha disputado cuatro partidos que son los primeros cuatro de su carrera profesional desde el banco.

Pero también hay que tener en cuenta que por ahora ha cometido errores de concepción de juego, en las variantes y de cómo proponer los partidos. No es un tema menor y mucho menos si se habla de un grande, en este caso, de Peñarol.

También se debe contextualizar el momento que vive el club. Si bien Forlán no tuvo nada que ver, desde que aceptó el cargo, sabe muy bien en dónde está.

Por eso conoce que el hincha no se encuentra tan dulce como a principios del año pasado cuando venía de ser bicampeón uruguayo.

Ahora sucede todo lo contrario. Peñarol perdió en diciembre pasado dos partidos decisivos ante Nacional a los que llegó por errores propios. Tenía servido en bandeja el tricampeonato, solo debía vencer a Progreso y Cerro Largo. Pero empató con el primero y luego llegaron esos dos clásicos que golpearon duro.

Entonces el ánimo del hincha no es el mejor. Está esperando lo mínimo para retrucar. Y retruca. Como aconteció el sábado de noche con dos o tres seguidores desperdigados quienes –después del partido y de ese 1-1 sufrido en la hora– le recriminaron a distintos dirigentes el hecho de que se hubiera contratado el pasado viernes al argentino Nicolás Franco, quien fue subido desde la Tercera división. 

¿Por qué existe tanta irascibilidad, tanta impaciencia si recién  comenzó la temporada?

El tema principal es, sin dudas, los resabios que dejaron aquellos clásicos perdidos con el tricampeonato a cuestas.

Sin embargo, asimismo hay otros factores que enardecen al hincha y también a algunos dirigentes, quienes en su caso, con mucha calma y autocrítica, admitieron tanto ante Cerro en el debut del Apertura que se ganó en la hora, como contra Danubio, que “no se jugó bien”.

Hay veces que ni los resultados ayudan porque a Cerro se le ganó, pero la gente no se fue conforme.

Ese es otro de los factores que encienden una luz que aún no es de alarma: el escasísimo juego colectivo que tiene Peñarol.

A lo que habría que adosarle los errores cometidos por Forlán hasta ahora.

Uno de ellos, el planteamiento defensivo que mostró ante Athletico Paranaense en el debut de la Copa Libertadores cuando prácticamente no se pateó al arco ante un adversario que no tiene figuras de relieve internacional por más brasileño que sea.

Otros –y muy importantes– fueron la formación de la oncena y las variantes que realizó el sábado cuando sacó de la cancha a sus dos mejores hombres: Facundo Pellistri y Xisco Jiménez, cuando iban solo 61 minutos, con el resultado 0-0 y sin gestación alguna de juego.

Allí hizo estallar en silbidos en su contra a todo el Estadio Campeón del Siglo.

Claro que Forlán puede tener una visión diferente a la ordinaria. Tiene todo el derecho, es el técnico. Y hasta ahora ha mostrado cierta autocrítica y honestidad en sus conferencias de prensa. Porque admitió que no los sacó para reservarlos físicamente para el encuentro del próximo miércoles por Copa Libertadores contra Jorge Wilstermann, sino que fue porque necesitaban “más peso ofensivo”.

Forlán, como cualquier técnico, no tiene por qué medir el amperímetro de la hinchada. Pero sabe que ésta –como en cualquier club grande del mundo– a la larga tiene su peso que le puede jugar en contra.

Otro punto de irritación que ya fastidia al seguidor manya es lo que ocurre con el capitán.

El Cebolla Rodríguez entró falto de fútbol y no es un recambio de jerarquía como lo era en otros tiempos. No está al 100%, pero él quiere entrar. Y eso también le juega en contra al DT. Porque tener a un histórico en el banco, no es sencillo.

Para peor, luego de su gol de penal, tuvo un festejo que algunos hinchas de la Tribuna Damiani no le perdonaron y por el cual el domingo luego del mediodía pidió disculpas a través de su cuenta de Instagram: “Ayer (el sábado) grité el gol con el alma. En la Damiani vi gente sentada, y quise arengarlos a levantarse de sus asientos para celebrar juntos. Nunca pensé en reprochar nada al hincha, que siempre está. Si alguien malinterpretó mis gestos, pido disculpas. Solo quiero que seamos campeones”, escribió el capitán mirasol.

Algo similar ocurrió a fines de octubre pasado cuando muchos entendieron que festejó con la Tribuna Cataldi ya que ese día habían vuelto los bombos luego de mucho tiempo y también se disculpó.

Con todo esto a cuestas, a Peñarol se le viene un calendario movidito, el cual incluye un viaje al exterior, otro a Maldonado y el clásico.

Este miércoles recibirá a Wilstermann por la Copa Libertadores con la gran mochila a cuestas de tener que ganar sí o sí.

Luego tendrá el fin de semana libre –se debía jugar el clásico, pero se postergó–, el martes 17 enfrenta a Colo Colo en Santiago, vuelve y recibe a Boston River, un fin de semana después viajará a Maldonado para jugar contra Deportivo en el Campus, y el miércoles 1° de abril va contra Nacional.

Forlán tiene deberes para entregar pronto y se tiene que sacar buena nota.

 

 

ESPERAN POR ABASCAL
El zaguero Rodrigo Abascal no pudo estar el sábado ante Danubio debido a que presenta una contractura en el recto anterior del cuádriceps. Su lugar lo ocupó por izquierda –jugando por primera vez de ese lado de la zaga central– Gary Kagelmacher, produciéndose por derecha del debut de Robert Herrera. En Peñarol van a esperar para ver si Abascal llega al miércoles por la Copa.

Comentarios

Registrate gratis y seguí navegando.

¿Ya estás registrado? iniciá sesión aquí.

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 345 / mes

Elegí tu plan

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Te quedan 3 notas gratuitas.

Accedé ilimitado desde US$ 345 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 345 / mes

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Elegí tu plan y accedé sin límites.

Ver planes

Contenido exclusivo de

Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.

Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá

Cargando...