No hubo hazaña: Los Teros tuvieron 20 minutos fatales en los que cometieron los errores que no debían e Italia mostró su jerarquía

Los Teros necesitaban llegar con un partido parejo a los 20 finales parta tener una oportunidad. En cambio llegaron 18 puntos abajo, justo en el momento en el que se les acababan las piernas. Al darse cuenta de que el sueño de cuatro años se había hecho añicos los quebró de cabeza, y no pudieron ir a buscarlo en el cierre, como ante Francia.

El primer tiempo fue una montaña rusa de sensaciones. Empezó como ante Francia: complicado en el contacto, pese a que al minuto Uruguay tuvo un penal por una gran pesca de Diana que falló Felipe "Tite" Etcheverry, un Tite que sería la gran historia de los primeros 40 minutos, porque pasó de los errores a redimirse en una gran muestra de personalidad. 

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Italia lo fue a buscar, a tirarle toda la autoridad de equipo de Seis Naciones. Y pareció que se lo llevaba puesto. Un knock on forzado a Santiago Arata trajo un scrum, y los azzurri empezaron a hacer mella allí con tres penales seguidos, posteriores a un buen pie al fondo, que derivaron en uno de Panui a los 7' tras unas pocas fases yendo hacia delante. Peor arranque imposible para Uruguay.

Pero, de a poco, Los Teros empezaron a hacer pie.

Primero en el contacto. Gigante primer tiempo de Ardao, que llegó siempre primero al punto de encuentro, al igual que Aliaga, y así forzaron varios penales para irse de campo propio. Porque además, el juego con el pie y el aéreo fueron bueno.

Más cómodo Uruguay, Italia empezó a cometer gruesos errores, una muestra de todo lo que se juega en este partido. Primero una amarilla a Cannone por cargar contra Ardao en el aire cuando tenía ventaja de penal. Amarilla y afuera.

Lo primero fue una intercepción de Etcheverry, que se la jugó. Podría haber fallado y era de Italia, pero le salió. Robó, no llegó al try, pero generó una jugada ofensiva de varias fases, y luego penal, line y maul y el try penal para el 14-7 y la segunda amarilla a los 27’.

Ya a esa altura Uruguay dominaba mentalmente el partido. Se fue de campo propio, no pasó casi aprietos, consiguió otro penal y se fue a campo rival. Line, maul (herramienta tremendamente efectiva, algo dificilísimo a este nivel) y tras un par de fases try por afuera de Freitas aprovechando la ventaja numérica. Y en al última del primer tiempo, tras un scrum jugado con pelota rápida, drop de Tite, dificilísimo, para irse al descanso 17-7. Una enorme muestra de personalidad.

El arranque del segundo tiempo fue fatal. Uruguay cometió todos los  errores tácticos posibles, que lo obligaron a defender siempre en campo propio. En cada ocasión que quiso irse con el pie, la pelota no solo no se fue afuera sino que le dio la mejor situación de ataque a Italia: lanzados en ataque, como para imponer toda la potencia física que tienen los italianos. Para peor, Vilaseca se fue 10 minutos con amarilla por una discutible carga con el hombro a la cabeza. Sin el 12, y sin un liderazgo claro en el juego, Uruguay tuvo que reajustar el centro de la cancha, sin tampoco regalarse en las bandas por el 50-22, por lo que la defensa estuvo lejos de la intensidad necesaria. Cuatro tries en 15 minutos sepultaron las esperanzas celestes, para un rápido 35-17.

Uruguay se perdió en la cancha en los siguientes minutos. Sin herramientas y cansado, Italia pasó a dominar y seguir ampliando la diferencia. Quedará la duda eterna de qué hubiese pasado con más aplicación táctica para salir de propio campo con el pie en esos primeros 15 minutos del segundo tiempo. Un penal le permitió ampliar al 38-17, en un contexto donde Uruguay ya no tuvo una sola respuesta para volver a encontrarse en partido y, aunque sea, acortar un poco la diferencia.

Italia quiso seguir lastimando. Es lógico: era su oportunidad para marcar distancias con un equipo Tier 2, en tiempos en que tanto se discute sobre puertas abiertas a competencias. Al final fue 38-17. No quita todo lo bueno que han hecho en todos estos años. Pero esta vez, por primera vez en mucho tiempo, se quedaron cortos en su objetivo.