Erradicación de la bichera, "crónica de una suerte anunciada"

Las últimas noticias respecto a la reaparición de la Mosca de la Bichera en Panamá confirman lo que ya se esperaba, la muy posible postergación del comienzo de la dispersión de la mosca estéril en nuestro país.

Por más que se intente justificar la imposibilidad de cumplir con las fechas anunciadas para el inicio de la dispersión, la suerte del programa de erradicación comenzó a echarse hace mucho tiempo, concretamente a mediados del 2021, cuando dejamos el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP).

Es por eso que hoy nos sentimos en la obligación de compartir las siguientes reflexiones, con un afán constructivo, y para contribuir a mantener viva la esperanza para que algún día, finalmente, la erradicación sea una realidad.

Cuando dejamos el MGAP había un grupo de trabajo multiinstitucional que venía trabajando asiduamente, que tenía una gran motivación.

Todos sentíamos como inminente el comienzo de la erradicación.

Este grupo fue el responsable de la inmensa mayoría del Programa para la Erradicación de la Mosca de la Bichera con que hoy cuenta el país.  

Este grupo (a través de la embajada de Estados Unidos en Uruguay) logró el apoyo del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) y del Instituto de Energía Atómica.

Sin embargo, nunca más se lo convocó desde aquella fecha.

Inexplicablemente importantes responsables del mismo han estado ajenos al programa, desde entonces.

Pasaron meses para que el ministerio volviera a mostrar interés en la Bichera, aunque mucho más atenuado y dubitativo.

Paralelamente, también hubo dudas y falta de compromiso, entendibles aunque no compartibles, por parte de importantes gremiales de los productores, como la Asociación Rural del Uruguay (ARU) y la Federación Rural (FR), todo lo cual hizo perder el tiempo que hoy nos falta.

En febrero de 2022, preocupados por esta situación, cinco expresidentes de la FR hicimos pública una carta abierta llamando a la reflexión sobre la situación que ya entonces se vislumbraba.

Desgraciadamente el tiempo nos dio la razón, y el país siguió y deberá seguir enfrentando millones de dólares de pérdidas por daños causados por esta plaga.

Queremos dejar claro que no pretendemos emitir ningún tipo de juicio personal de quienes han estado trabajando en este tema. Valoramos mucho su esfuerzo, y todos ellos nos merecen el mayor respeto y consideración. Pero hoy reina la desazón entre quienes seguimos curando bicheras.

Por supuesto que respetamos a quienes piensan diferente, nadie es dueño de la verdad y cada uno asumirá sus responsabilidades.

Pero... ¡qué diferente hubiera sido si la actual situación de la mosca en Panamá nos encontrara con una entrega de moscas activa por parte de la Comisión Panamá – Estados Unidos para la Erradicación y Prevención del Gusano Barrenador del Ganado (COPEG)!

Lo dijimos entonces y lo reiteramos ahora: es fundamental proteger el programa de los avatares políticos y/o públicos ajenos al programa de erradicación, así como de otras situaciones productivas/sanitarias que se puedan dar.

A los hechos nos remitimos.

En este sentido, la actual gobernanza del programa no ofrece estas garantías, y debería ser revista.

Apoyamos la figura del fideicomiso, pero nos hubiera gustado una participación mayoritaria de los productores en su gobernanza, como ocurre en el Fondo de Enfermedades Prevalentes que es de donde se provee de fondos a este fideicomiso.

Tal cual está hoy, la responsabilidad que tienen los productores en el manejo del Fondo de Enfermedades Prevalentes, se cede al MGAP cuando los fondos se transmiten al Fideicomiso de la Bichera, cambiando el pensar de quienes crearon el Fondo de Enfermedades Prevalentes, pasando esa responsabilidad a las autoridades de turno, que estén en ese momento dirigiendo el MGAP.

Percibimos que aún persiste un desconocimiento preocupante entre los productores de las posibilidades de la erradicación, y del trabajo a realizarse.

Para el éxito de la erradicación, es fundamental que todos, públicos y privados, urbanos y rurales, estemos comprometidos con el programa.

Evidentemente, las diferencias vividas demuestran que todavía hay mucho por hacer en este sentido, y deberíamos aprovechar esta postergación para avanzar.

Por todo lo expuesto, entendemos que la atención que se la ha dado al tema no ha estado acorde al sufrimiento de los animales, de los productores y de las pérdidas económicas y/o de motivación que esta plaga provoca, sobre todo en el sector ovino.

Se han realizado varias encuestas entre los productores, y todas ellas muestran un amplio apoyo para la erradicación de la Mosca de la Bichera, así mismo el tema ha estado siempre presente en los discursos importantes, pero, sin embargo, una vez más quedará en el debe.

Es una lástima haber perdido la oportunidad de haber contado con un compromiso explícito del Presidente de la República para lograr esta erradicación, por lo cual le estaremos siempre muy agradecidos.

De todas formas, durante este gobierno fue sin lugar a dudas en el que más se avanzó al respecto.

Estamos más cerca que nunca de lograrlo.

¡A no aflojar!

(*): ingeniero agrónomo, productor agropecuario, expresidente de la Federación Rural (FR) y exministro de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP)

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