Por Rodrigo Saldías Spinetti (*), especial para El Observador
En Uruguay el sector forestal presenta un desarrollo asimétrico en los últimos 15 años, con un avance firme y maduro de la producción de celulosa –hay dos plantas funcionando y una tercera en construcción– y un rezago en lo que tiene que ver con la transformación mecánica, teniendo en cuenta su potencial en el país.
Asimismo, el progreso de otras fases o actividades conexas también muestra un avance de lento a nulo. Ejemplo de esto es el de la fase química para producción de combustibles u otros usos de base química, o la investigación y aprovechamiento del bosque nativo nacional.
La situación ambiental plantea nuevos desafíos a un sector que, si bien en el pasado tuvo que enfrentar algunas percepciones negativas sobre su expansión, hoy tiene una oportunidad muy interesante no solo de revertir esto, sino también de consolidarse como un pilar para el desarrollo sostenible del país.
En términos de fijación de carbono y mejora de las cuentas ambientales de los sistemas de producción, bonos verdes y nuevas posibilidades de desarrollo, la forestación tiene capacidad de sobra de convertirse en una aliada de toda la agricultura de Uruguay.
En este sentido, el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) presentaron recientemente los resultados del estudio técnico detallado Futuro Forestal. Situación y perspectivas del sector forestal uruguayo, que apunta a encontrar y definir caminos y alternativas para la producción ambientalmente sostenible de dicho sector.
El trabajo, que se publicará en breve, analiza acciones para el desarrollo forestal, con propuestas que varían en su naturaleza, y atienden aspectos de legislación/políticas públicas, economía circular, alternativas de uso de subproductos, asociatividad intrasectorial e integración con otros sectores, formación de capacidades y articulación público-privada.
Con ese fin y pensando en marcar el camino a transitar, se destacan cuatro líneas de trabajo como prioritarias: promover polos industriales asociativos; bonos verdes forestales para las cadenas frigorífica y agrícola; alternativas para el manejo de los residuos de la transformación mecánica de pino (generación de energía eléctrica en base a biomasa, diseño de una planta de MDF –Medium Density Fiberboard o Fibras de Densidad Media–, análisis de posibilidades para establecer una biorrefinería a partir de biomasa de pino); y por último información técnica y capacitación con foco en la construcción.
Desde el IICA creemos que es fundamental tomar acción transformativa sobre los sectores productivos.
Por ello, existe el compromiso de seguir trabajando en virtud de potenciar una construcción de viviendas sostenibles, en madera y otros productos, que logre aumentar la fijación del carbono, impulsar el uso eficiente de residuos y el avance de sistemas productivos integrados como el silvopastoril, impulsando sinergias a nivel económico, ambiental y social.
(*) Representante del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) en Uruguay
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá