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Escándalo por vacunas en Argentina: Alberto Fernández pidió la renuncia del ministro de Salud
El presidente argentino, Alberto Fernández, le pidió la renuncia al ministro de Salud, Ginés González García, en medio de un escándalo por facilitar vacunas a distintas personalidades públicas, incluido su sobrino y jefe de gabinete, Lisandro Bonelli, informó La Nación y confirmó El Cronista. La secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti, asumió en su lugar.
Todo comenzó esta mañana cuando el periodista Horacio Verbitsky, de 79 años, contó en el programa radial El Destape que se había aplicado la primera dosis de la vacuna contra el coronavirus luego de llamar a su "amigo" González García.
Ni siquiera tuvo que ir al Hospital Posadas: el secretario del jerarca lo citó en el ministerio para la aplicación, pese a no formar parte de los grupos prioritarios en el plan elaborado por el gobierno. En ese momento, Fernández estaba presentando el demorado Consejo Económico y Social en el Centro Cultural Kirchner, en lo que el gobierno argentino imaginaba como una jornada con una óptica positiva para cerrar la convocatoria al Pacto Social. La infidencia de Verbitsky, sin embargo, nubló esos planes.
En paralelo, la web porteña que permite inscribirse para recibir la vacuna se cayó, lo que sumó más indignación en las redes sociales a la polémica. No solo por el caso del periodista. A partir de esa entrevista, surgieron versiones de otros funcionarios que también habrían sido inoculados por personal del Posadas, saltando el sistema oficial de inscripción, como el sobrino del ministro de salud, Lisandro Bonelli, de 44 años.
El diario Clarín enumeró, además, a Eduardo Valdés, Jorge Taiana y al canciller Felipe Solá, quienes, bajo la excusa del viaje presidencial a México de la semana que viene, también fueron inoculados. La consigna era simple: "Hablen con Ginés".
González García montó en el Ministerio de Salud un atajo para que algunas personalidades fuera de los grupos de riesgo, como funcionarios y empleados públicos, fueran vacunados por enfermeros del Hospital Posadas sin esperar su turno. La cartera sanitaria reservó al menos 3 mil Sputnik V, que no se repartieron con las provincias, según La Nación.
La polémica por las vacunaciones VIP no es nueva: la actriz Moria Casán, también, reveló que iba a ser parte de una campaña bonaerense, que pensaba invocar a otros famosos para concientizar a la población de los beneficios de la Sputnik V. Sus repercusiones obligaron a Axel Kicillof a dar marcha atrás. Por esos días también la intelectual Beatriz Sarlo reveló que le habían ofrecido vacunarse "por abajo de la mesa". Pero no comentó nada más.
González García, histórico peronista, coordinó los equipos de trabajo del Partido Justicialista (PJ) en la campaña del Frente de Todos, y, a pesar de que no quería, aceptó la invitación de Alberto Fernández para volver al ministerio que había comandado ya durante la presidencia de Néstor Kirchner.
Con la aparición del coronavirus, el ministro protagonizó varios pifies. Primero por minimizar cuándo se produciría en Argentina el primer caso de covid-19. Queda en el imaginario su frase: "Pensé que iba a llegar más tarde".
No fue la única desafortunada declaración del ahora exministro durante la pandemia. Basta sumar las estimaciones sobre la vacuna. La última que dejó: esta semana puso en duda la realización de las PASO en agosto. Herido, políticamente hablando, tomó vuelo propio a instancias de la Quinta de Olivos su segunda, Carla Vizotti, que desde entonces suena como su reemplazante natural. La interna en el propio ministerio se hizo insostenible en los últimos tiempos por los celos de González García ante las apariciones de la subsecretaria.
El Cronista
