Desde mediados de enero, prácticamente todas las variables que miden la incidencia del coronavirus en Uruguay han venido bajando de forma sostenida, lo que lleva a las autoridades del gobierno –y a los científicos asesores– a considerar que la “primera ola” ya fue sorteada.
Sin embargo, hay una variable –las muertes– que aún no ha comenzado a bajar, aunque los especialistas prevén que en los próximos días ese indicador comience a descender, debido a que esta incidencia tiene un delay de entre dos y tres semanas.
El presidente de la Sociedad Uruguaya de Medicina Intensiva (SUMI), Julio Pontet, dijo a El Observador que hay un retraso de poco más de 15 días entre la cantidad de ingresos a CTI y la baja en las muertes.
A modo de ejemplo, el intensivista señaló que si esta semana se registra un descenso, la caída debería observarse en dos semanas.
Pontet manifestó que los datos cerrados al 7 de febrero muestran que el 47% de los muertos con covid-19 fallecieron en el CTI.
Esta semana, Uruguay superó la cantidad de 500 muertos por covid-19, y los números indican que la cifra incrementó en el último mes.
La explicación de los científicos a esta situación se sitúa en lo que ocurrió desde mitades de noviembre, cuando el país pasó a tener un crecimiento exponencial de casos.
El promedio de permanencia de un paciente con covid-19 en una sala de cuidados intensivos es de 10 días, aunque el período de internación aumenta cuando necesitan ventilación artificial.
El matemático Fernando Paganini, coordinador del área de modelos y ciencia de datos del Grupo Asesor Científico Honorario (GACH), había dicho a El Observador el viernes 5 que la baja en la cantidad de muertes comenzaría a observarse “en los próximos días”.
En tanto, María Inés Fariello, que integra el grupo coordinado por Paganini, señaló que la cantidad de fallecidos se marca por la tendencia de lo qué pasó “entre dos y tres semanas antes”. “A su vez al ser números relativamente chicos, es fácil que fluctúen mucho”, indicó.
En su informe de mitad de enero, el GACH proyectó que de mantenerse el R –la tasa de reproducción del virus, que indica a cuántas personas infecta un contagiado– en 0,9, el país volvería a la mitad de la zona amarilla (200 casos diarios) en 52 días.
El grupo entregó esta semana un informe a Lacalle Pou, aunque no hizo proyecciones. El científico Andrés Ferragut señaló en radio Carve que a fines de febrero se recuperaría el control, si se mantiene la tendencia. “Para poder decir que pasamos una primera ola deberíamos volver a una situación de control que tuvimos durante buena parte del año pasado” y por eso señaló que se fijaron “el objetivo de llegar a 200 casos” por día.
El presidente usará la información para definir junto al Consejo de Ministros si mantiene las medidas o si hay margen para flexibilizar algunas.
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