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Está por el piso el precio de lechugas, acelgas y espinacas: bueno para el consumidor, malo para el granjero
Con valores que en muchos casos lejos están de cubrir el costo que demandó para el granjero producirlos y llevarlos al mercado, hoy el precio de la lechuga, la espinaca y la acelga es muy bajo y ello constituye una oportunidad para el consumidor.
Pablo Pacheco, jefe del Área de Desarrollo en Unidad Agroalimentaria Metropolitana (UAM), explicó a El Observador que desde marzo se han dado condiciones muy favorables para la producción de hortalizas de hoja, lo que ha generado una oferta muy abundante y además con alta calidad en esos tres rubros por ejemplo, lo que presenta una oportunidad "inmejorable" para el consumidor que puede comer "de forma sana, alimentos ricos y a la vez con un buen uso del dinero".
A la vez, es un problema para el productor. Erick Rolando, presidente de la Confederación Granjera del Uruguay (CGU), explicó que "si uno ve una lechuga a $ 20 o menos en un puesto eso significa que al granjero le llega menos de la mitad o nada directamente, por los sistemas de comercialización que hay, porque se vende muchas veces al bulto y capaz lo que te llega no cubre ni siquiera el costo de cosechar, a veces recibe más el empleado que se contrata para cosechar que el granjero".
Añadió que "cuando se dan las condiciones y se genera un sobre stock en un rubro pasa esto, le viene bien a la gente claro, pero no al productor; habría que buscar la manera, pasa en Europa, de lograr un equilibrio con un precio bueno para la gente y bueno para el granjero, hay lugares donde los gobiernos utilizan el mecanismo de retirar mercadería de plaza para que no se distorsione el precio y que cada parte se vea contemplada".
Precios mayoristas
Un problema que Rolando mencionó, "que suele suceder", es que el productor cuando ve esto y el negocio le deja de servir a veces muda de rubro y a la larga eso genera más adelante una merma en la oferta de ese rubro que estuvo sobre ofertado y la suba del precio para el consumidor.
Los precios actuales
Con base en un relevamiento realizado este miércoles por El Observador, el precio promedio al consumidor está en $ 25 por unidad de lechuga y por atado de espinaca o acelga, aunque hay ofertas puntuales de dos lechugas por $ 40, de cuatro atados de espinaca por $ 60 y dos atados de acelga por $ 50.
Feria Vegetal
- Lechuga $ 25
- Atado de espinaca $ 25
- Atado de acelga $ 25
Géant
- Lechuga $ 33 la mantecosa de invernáculo y $ 35 la crespa
- Espinaca envasada $ 42
- Atado de acelga $ 33
Puesto de Ejido e Isla de Flores
- Lechuga $ 20
- Atado de espinaca $ 15
- Atado de acelga $ 25
Disco
- Lechuga crespa o mantecosa de invernáculo $ 25
- Atado de espinaca $ 25
- Atado de acelga $ 29
Los tres productos en la Lista Inteligente
Lechuga, espinaca y acelga son tres de los nueve productos que integran una nueva lista inteligente, presentada este martes 1° de junio y con vigencia hasta el lunes 14 de este mes.
Se trata de un conjunto de alimentos del sector hortifrutícola cuyo consumo es recomendado por el Observatorio Granjero, emprendimiento ejecutado en el marco del convenio entre la Dirección General de la Granja (Digegra) del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) y UAM.
La lista contempla cambios con relación a la que estaba vigente hasta el lunes 31 de mayo: salen de la lista de productos recomendados cebolla, pepino y zapallo Kabutiá; permanecen espinaca, acelga, boniato, manzana, pera y mandarina; e ingresan lechuga, ajo y calabacín.
La lista se renueva quincenalmente y contiene un conjunto de productos que si el consumidor tiene previsto ir a la feria, a un almacén, a un puesto o al supermercado conviene sean adquiridos, porque están en forma abundante en el mercado dado que la mayoría son de producción estacional, son múltiples los beneficios que aporta incluirlos en la dieta y presentan un precio conveniente para el consumidor.
El incremento en la ingesta de esos alimentos es un beneficio, dada la inclusión en la dieta de más porciones de alimentos sanos y nutritivos, con un desembolso razonable.
A la vez, es un factor de apoyo a los granjeros, quienes dada una mayor demanda estarían colocando en forma más fluida sus productos, aspecto valioso sobre todo en rubros en los que se ha obtenido de las quintas un gran volumen y cuya comercialización es coyunturalmente más dificultosa.
