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Facultad de Medicina estudia el impacto de cigarrillos saborizados en jóvenes y adolescentes
De menta, frutilla, uva, limón y hasta de arándanos: cada vez es mayor la oferta de cigarrillos saborizados que hay en el mercado. Esta realidad preocupa a las autoridades sanitarias, porque podría estar poniendo en jaque las políticas antitabaco implementadas en Uruguay desde la primera administración del presidente Tabaré Vázquez (2005-2010).
"En todo el mundo se ve que la industria tabacalera tiene esta estrategia para incentivar el consumo de los adolescentes y los más jóvenes, que a diferencia de antes son conscientes del daño que genera el consumo de tabaco. Los cigarrillos saborizados tienen determinadas características, como el gusto apetecible y el humo menos áspero, que hacen que la percepción del daño se reduzca", explicó la experta en tabacología Laura Llambí.
La Unidad de Tabacología del Hospital de Clínicas estudia desde abril de 2019 el impacto de esta estrategia en Uruguay, siguiendo un protocolo ideado por la Universidad John Hopkins de Estados Unidos. Los investigadores finalizaron el trabajo de campo, que consistió en el relevamiento de datos de consumo en comercios especialmente elegidos por su cercanía a liceos o centros de estudios terciarios.
Con el consentimiento de los dueños de esas tiendas, la información recavada permitirá definir el tipo de consumo que tienen los jóvenes uruguayos y si son más propensos a comprar cigarrillos saborizados. En última instancia, este estudio puede servir como referencia para el Ministerio de Salud para profundizar en las políticas de combate al tabaquismo.
"Si bien de momento no está previsto cambiar la normativa existente, Uruguay está analizando avanzar hacia la prohibición de la venta de los cigarrillos saborizados", aseguró Llambí, la coordinadora de la investigación desarrollada por la Facultad de Medicina, quien también integra la Comisión Internistitucional de Control de Tabaco que asesora al Poder Ejecutivo.
La tendencia de los jóvenes a fumar cigarrillos con gusto a menta u otros sabores que ocultan el del producto en su presentación original está probada por diversos estudios. De hecho, el proyecto liderado por Llambí está basado en la investigación regional Sabor que mata, que evidenció las tendencias de consumo de esta población en Argentina, Bolivia, Brasil, Chile y Perú, y motivó una campaña para exigir a los gobiernos de estos países que incrementaran los controles y las restricciones.
La cantidad de fumadores disminuye año a año en Uruguay, según la Encuesta Mundial de Tabaquismo en Adultos. A la vez, gracias a las normativas que refieren a la prohibición de la venta, promoción y comercialización de estos productos, el presidente Vázquez fue reconocido en 2018 por la Organización Mundial de la Salud, cuando se celebró el Día Mundial sin Tabaco.
Sin embargo, el estudio regional afirma que "la venta cigarrillos con cápsulas de sabor comenzó a aumentar en América Latina" en los últimos años, y señala que la industria tabacalera se propuso en la década de 1980 "atraer a los jóvenes usuarios con poca experiencia". Por este motivo, Llambí y sus colegas entienden que es pertinente replicar en el país el estudio ideado por la Universidad John Hopkins.
La experta en tabacología presentó el proyecto a la Comisión Honoraria de Lucha contra el Cáncer, que a comienzos de este año le otorgó parte de los fondos concursables que destina a la investigación. Está previsto que los resultados estén prontos al finalizar 2019.
Por otra parte, Llambí descartó que el gobierno vaya a prohibir fumar a menos de 200 metros de escuelas y hospitales, como el presidente Vázquez anunció en 2017. La integrante de la comisión asesora del MSP sostuvo que "había voluntad política de hacerlo, pero después quedó pendiente el estudio de la distancia óptima y realizable", ya que la que había propuesto el mandatario era demasiada. No obstante, según la investigadora, el gobierno se planteó "empoderar" e incentivar a estas instituciones para que las restricciones surjan por voluntad propia.
