La fiscal Silvia Pérez, quién reexamina el caso de la explosión en el edificio de Villa Biarritz se apresta a definir si existieron responsabilidades penales en el incidente en el que murieron dos personas y resultaron heridas otras 11 al tiempo que se destruyeron casi la totalidad de los apartamentos.
Poco después de las 09.15 horas del viernes 22 de julio de 2022, la explosión sacudió al edificio y también a las viviendas vecinas. El apartamento 301 del edificio Caicobé ubicado en Leyenda Patria 2976, frente al parque, se desfiguró: el techo se encorvó en casi medio metro y algo más lo hizo el suelo.
La Fiscalía investigó, recibió (algunos) peritajes técnicos, entre ellos uno de la Dirección Nacional de Bomberos, que concluyó que se trató de “un hecho accidental relacionado con la fuga de gas natural a causa de la desconexión de la manguera que conectaba la válvula de paso con el anafe”, y en la primera semana de setiembre archivó el caso.
Pero esa conclusión no convenció a las víctimas y a las empresas aseguradoras, que pidieron un reexamen del caso.
La fiscal Pérez ya tiene en su poder todas las pericias que solicitó para profundizar en la investigación, como un informe de la Ursea sobre la odorización del gas, sobre los contratos, así como una ampliación del informe de Bomberos.
El informe oficial de Bomberos detectó que si bien la “fuga accidental” estaba en la cocina, el epicentro mayor se dio en el pasillo central de la casa. El matrimonio mayor que vivía en esa unidad del edificio falleció días después en el hospital donde estaban internados.
En el apartamento contiguo hubo otro epicentro. Y en el estar hubo otro.
La ampliación de las pericias intenta determinar si tres de esos cuatro epicentros tuvieron ondas expansivas más potentes que aquel en que estaba la manguera desconectada. Ello hace pensar a las víctimas y empresas aseguradoras de que pudo haber otras fugas.
La fiscalía también está abocada a estudiar la reglamentación. Montevideo Gas en su informe técnico establece que "el gas natural debe ser fácilmente detectable en una concentración de 1% en el ambiente”. Eso significa que con la quinta parte de la concentración necesaria para que se desate una explosión, ya se debería sentir el olor.
Y se suma un elemento que es que la propia compañía de gas reconoce que en los 23 días anteriores a las detonaciones el consumo de gas promedio del apartamento 301 se elevó más de diez veces.
Las víctimas, según la doctrina penal, son los fallecidos o lesionados y se ampararon en esa figura para pedir que se reabriera la causa.
Según dijeron las fuentes del caso, una vez que la fiscal Pérez se reunirá con las víctimas para hacerles conocer de primera mano su resolución.
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