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Fer Vázquez, líder de Rombai: "Viví un año muy difícil y mi imagen no quedó muy favorecida"
Estuvo casi nueve meses alejado de la prensa y hace ocho que no se sube a un escenario. La realidad lo golpeó por todos lados y se refugió en Miami (Estados Unidos), donde a fin del año pasado acordó con el representante de Maluma y Carlos Vives, Walter Kolm, para que fuera su mánager y que Sony Music lo editara. Después de que uno de sus proyectos más exitosos, Márama, se desmembrara y que la mitad de los integrantes de su banda, Rombai, también se fueran, todos furiosos con él, decidió hacer una pausa en su carrera, pensar hacia dónde va y barajar de nuevo. Fer Vázquez se resiste a creer que ya está, que ya fue.
En abril pasado, Rombai comunicó que quien hasta ese entonces acompañaba a Vázquez en las voces del grupo, Emilia Mernes (que además es su novia), dejaba de integrar la banda. Era ya la tercera conformación que experimentaba, tras la inicial con Camila Rajchman y una posterior con su líder como única voz. Un mes después anunció la cuarta etapa, en la que habían elegido mediante un casting a través de Instagram a dos nuevas voces: la colombiana Valeria Emiliani y la boliviana radicada en Estados Unidos Megumy Bowles.
A fines de setiembre volvió al ruedo con un nuevo tema, Me voy, para intentar poner a la cumbia pop nuevamente en el tapete y que tenga un alcance continental. En menos de dos semanas ya consiguió más de 4 millones de reproducciones en YouTube, y Rombai se prepara para lanzar nuevas canciones en las próximas semanas, además de la posibilidad de hacer algún show antes de que termine el año. En una entrevista desde Miami vía Skype, Vázquez habló con El Observador sobre lo que pasó y lo que vendrá.
¿Qué es lo nuevo que propone Rombai en cuanto a lo musical?
Hicimos un trabajo de varios meses de búsqueda acerca de cómo tenía que ser nuestro sonido, de si teníamos que cambiarnos al reguetón, al trap, si teníamos que hacer cosas bastante diferentes porque nuestro género ya estaba pasado de moda, o si teníamos que seguir con lo mismo. Finalmente sentimos que había que evolucionar un poco lo que estábamos haciendo, nuestra cumbia, para que también lograra entrar en otros mercados que no la tenían tan asimilada como nosotros. Puede ser que no funcione, como todo nuevo, o puede ser que pegue doble. Me voy registró nuestros mejores números de la historia de Rombai y de mis bandas –Márama, Dame 5– en tan poquitos días.
¿Estos números se deben a la canción en sí, a la expectativa, o a que está Sony detrás?
Es un poco de todo, pero si la canción no hubiese estado buena enseguida la gente te lo hace notar.
"Al principio me costó un montón componer con otros porque sentía que todo avanzaba muy rápido, pero hoy me encanta la experiencia"
¿Qué influencias tuvieron para crear su nueva música?
Siempre hay sonidos de moda, y se pueden adaptar a cualquier género. La música tuvo un cambio y ahora no es necesario tener una guitarra, un piano o un violín para crearla. El golpeteo de un celular con un dedo (hace el ruido), lo metés en la compu, lo sampleás y lo podés tener en todas las notas. O cualquier tipo de sonido: una palma, un grito. Con Rombai, en esta nueva cumbia, intentamos evolucionarla a través de los sonidos que están de moda y pensando cómo hacer que lo nuestro ingrese de forma más natural en otros países. Le metimos alguito de reguetón y alguito de lo nuevo a nuestra cumbia para lograr entrar. Del reguetón de la Gasolina –a ella le gusta la gasolina– a hoy con Despacito o Mi gente no tiene nada que ver el género, pero es el mismo estilo. El reguetón evolucionó durante 15 años cuando todo el mundo decía que se iba a morir, que se iba a morir, que se iba a morir. ¿Por qué a la cumbia no le puede pasar lo mismo? Esa es mi pregunta y eso es por lo que voy a luchar.
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¿Quién compone ahora las canciones de Rombai?
Siempre componía con el piano y la guitarra, solo, una noche, en mi cuarto en Montevideo, y salí de esa experiencia a conocer este mundo que es súper diferente, que es la reunión de muchos compositores en un mismo estudio. Ahí mismo se inventa el beat, la pista, el sonido, cada uno tira sus ideas. Al principio me costó un montón porque sentía que todo avanzaba muy rápido; yo siempre pienso un montón las palabras, las combinaciones y las rimas, y ahí era como que íbamos tirando entre todos y nos íbamos copando, bailando y sintiendo la canción. Hoy me encanta la experiencia.
"Cuando pasan cosas muy buenas también van a pasar cosas muy malas porque estábamos en un momento tan lindo y tan arriba que la caída podía llegar a ser brusca y difícil. Y es lo que pasó"
¿Cómo es trabajar con un nuevo representante?
Ahora tenemos un representante. No sabía lo que era tener un representante, un estratega. Todo esto que digo de la cumbia no son solo pensamientos míos sino del equipo, entre ellos Walter Kolm. Antes teníamos a una persona (Enrique Quinteros) que nos vendía shows y hacía mal su trabajo. No hacía una estrategia, lo llevábamos todo nosotros y él solamente intentaba vender, vender, vender, en lugar de pensar que había que hacer canciones nuevas, ver de qué manera ampliar el público. Pero más allá de eso, hacía las cosas mal en cuanto a las ventas.
¿Es cierto que te pasaba números de ventas inferiores a los reales?
Sí, es cierto. Mis abogados están encargados del tema. Es una situación que no fue linda, pero siempre digo que cuando pasan cosas muy buenas también van a pasar cosas muy malas porque estábamos en un momento tan lindo y tan arriba que la caída podía llegar a ser brusca y difícil. Y es lo que pasó. Cuando todo va bien no te fijás mucho en ese tipo de cosas, entonces era más fácil jopeármela, hacerme un cañito.
"Si mi imagen quedara así para siempre no me lo merezco, siento que hice muchas cosas por mucha gente, que le brindé oportunidades a mucha gente, que estuve ahí, que luché y no me merezco todo este final"
A comienzos de año cancelaste los shows que tenían agendados y desde entonces no te volviste a subir a un escenario. ¿Por qué?
Hay momentos de sembrar y otros de cosechar. Era momento de ponerme y ponernos a pensar con qué empresa internacional nos podíamos asociar, en este caso Sony, para lograr esto que quería hacer.
Un casting bajo sospecha
El año pasado decías que estabas en la etapa definitiva de Rombai, pero luego se fue Emilia Mernes. ¿Que pasó?
Con Emi me sentía muy bien, profesionalmente y personalmente. Pero las dos cosas a la vez complicaba un poco. No nos sentíamos cómodos. Lo intentamos, pasamos varios meses intentándolo y fue difícil. Tuvimos que tomar la decisión de ir por lo profesional y dejar lo personal de lado, o dejar lo profesional de lado e ir por lo personal. Fue muy fácil la decisión porque nos queremos tanto que fue de una: vamos por lo personal, que lo profesional hay tiempo de reconstruirlo.
Te criticaron de todos lados en el último tiempo. ¿Cómo lo tomaste?
Viví un año muy difícil en muchos aspectos, en el aspecto legal, en lo personal con Emi, con muchas críticas y muchos palos. En los últimos meses, con todos los problemas, mi imagen no quedó muy favorecida. No me hicieron jugadas limpias. Salir a defenderme no es el camino, el tiempo lo va a aclarar. Si quedara así para siempre no me lo merezco, siento que hice muchas cosas por mucha gente, que le brindé oportunidades a mucha gente, que estuve ahí, que luché y no me merezco todo este final. Pero estoy tranquilo porque sé que el tiempo va a acomodar las cosas, no por una razón lógica sino por algo místico. Soy una persona cero rencorosa. Dije: los que me salgan a matar o los que salgan a hablar mal de mí después se van a arrepentir y me van a venir a pedir perdón. Hoy ya muchos pidieron perdón y me felicitan por esta nueva etapa. Yo les deseo éxitos en su camino. Nunca le respondería "hermano, te quiero mucho", no lo quiero mucho, no es mi hermano, pero sí le deseo éxito en su camino y que se vaya encontrando con él porque si salió a hablar mal de mí es porque algo en él no anda bien.
¿De quién o quiénes estás hablando?
No importa.
