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Fiscal investiga caso de 4.500 kilos de cocaína que salieron de Montevideo
La fiscal especializada en drogas, Mónica Ferrero, comenzó a investigar el caso de los 4.500 kilos de cocaína que partieron en un barco desde el puerto de Montevideo burlando todos los controles, y que fueron incautados en Hamburgo (Alemania) dos semanas atrás en lo que fue la mayor retención de droga en la historia de ese país.
"Ya tomé conocimiento por la prensa, y tuvimos una reunión con la policía", dijo Ferrero a El Observador. En concreto, aseguró, en la reunión participaron personal de Prefectura y autoridades de Aduana y de la Dirección General de Represión al Tráfico Ilícito de Drogas. "Ya están tomando contacto con sus pares en Alemania", agregó la fiscal.
Fuentes de la Dirección Nacional de Aduanas, por otra parte, dijeron a El Observador más temprano que el organismo se encuentra "recolectando toda la información" sobre el asunto para entender cómo pudo ocurrir esta burla a las autoridades, y que nadie detectara un cargamento valuado en US$ 1.100 millones.
El decomiso que hicieron los alemanes fue calificado de "sensible golpe al tráfico internacional de drogas". El hallazgo se produjo hace dos semanas, cuando funcionarios aduaneros de esa ciudad portuaria alemana revisaron el cargamento, que según su documentación transportaba semillas de soja.
En el interior de 211 bolsos de deporte había distribuidos más de 4.200 paquetes con cocaína prensada, cuyo valor en el mercado negro ronda, según las estimaciones de las autoridades alemanas, los € 1.000 millones (US$ 1.100 millones).
La cocaína incautada –cuyo destino final era la ciudad belga de Amberes– ya ha sido destruida bajo estrictas medidas de seguridad y riguroso secreto, constata el comunicado.
Las autoridades nacionales fueron cuestionadas también por otro cargamento importante de droga que salió del país a mediados de mayo, y que también fue incautado en Europa por la Europol y la DEA, de Estados Unidos. En esa oportunidad, hallaron 600 kilos de cocaína que las autoridades del aeropuerto de Carrasco –Policía Aérea y Aduanas– tampoco advirtieron y dejaron que el avión despegara con destino al aeropuerto francés Mulhouse / Basilea, en donde se se intentó realizar la entrega, pero era vigilada por las autoridades europeas, que incautaron la droga luego de una investigación internacional que llevaba un año.
Debido a este caso se inició una investigación penal a cargo de la fiscal de Ciudad de la Costa, Patricia Rodríguez, quien ya interrogó a seis funcionarios de alto rango de la Fuerza Aérea y del Aeropuerto Internacional de Carrasco (entre los que se encuentran el jefe del Aeropuerto Internacional de Carrasco, el comandante de Policía Aérea y el oficial de Seguridad de la terminal) y una docena de trabajadores de la sala VIP del Aeropuerto, que aquel 15 de mayo se encontraban trabajando.
Por otra parte, el Ministerio de Defensa ya ordenó una investigación administrativa urgente para conocer por qué fallaron los controles y se permitió que ese día un avión privado transportara ese cargamento en 43 maletas, introducidas por siete pasajeros y tres tripulantes, quienes fueron detenidos en Suiza tras la investigación policial internacional, que logró una incautación que ya era considerada de las más grandes de la historia de Europa.
También en Hamburgo
La Aduana de esa ciudad alemana ya había incautado droga proveniente de Uruguay este año. En abril, detuvo 440 kilos cargados en un barco que había salido del puerto de la capital con un cargamento de arroz.
El destino final del buque era Freetown, en Sierra Leona. Antes de llegar allí, de manera oficial haría dos paradas: primero en Hamburgo —donde fue detenido— y luego en la ciudad de Amberes, en Bélgica.
No obstante, la información que tenía entonces la Brigada de Drogas de la Policía era que el barco solo iba cargado con arroz cuando partió de Montevideo y que los 440 kilos de cocaína fueron ingresados en algún puerto de Brasil.
