Flexibilizarán carrera de Magisterio para tener más egresados

Ayer El Observador informó sobre la falta de maestros con la que se enfrenta Primaria ante el inicio de cursos. Se trata de una situación que se arrastra desde hace por lo menos cinco años. Mientras que el sistema escolar genera anualmente 1.000 vacantes docentes, por año se reciben 700 maestros en promedio.

En la actualidad la carrera de Magisterio está pensada para que se estudie en cuatro años, pero las cifras oficiales demuestran que solo uno de cada diez estudiantes se recibe en este plazo, informó a El Observador la consejera del CFE, Laura Motta. Según adelantó, los estudiantes demoran en promedio seis años o más en recibirse.

Los estudios realizados por el consejo demuestran que la diversificación de asignaturas con sus consiguientes evaluaciones y entregas, así como la importante carga horaria que suponen las prácticas docentes que los estudiantes realizan desde el primer año de la carrera, son algunos de los factores que influyen en este fenómeno.

Es que además de las 36 horas semanales de clase que da la carrera de Magisterio, los estudiantes deben realizar prácticas de todo un turno (cuatro horas) en una escuela. Motta manifestó que si bien las prácticas no se realizan todos los días, su carga horaria es importante. A su vez, resaltó que en el último año de la carrera los alumnos deben realizar la práctica en una escuela rural, por lo que al menos por un mes deben permanecer allí.

Esto lleva a que muchos estudiantes deban optar cada año entre realizar la práctica o concurrir a clase, lo que se traduce en un enlentecimiento en la carrera.

Líneas de la reforma
Luego de estudiar la situación, el CFE instaló a fin de año una comisión en la que docentes, estudiantes y egresados trabajan en la reforma de la carrera, apoyados por especialistas en currículum, que aportan una mirada técnica. El propósito también incluye cambios en la carrera de Profesorado, para lo cual se instaló otra comisión.

La jerarca informó que estas comisiones comenzaron a trabajar en diciembre y se prevé que para 2016 presenten una propuesta concreta sobre los cambios a realizar.

“Hay que hacer un nuevo diseño académico. Se trata de ver cómo se organiza la trama curricular y cuáles son los énfasis que se le da a las diferentes opciones”, manifestó.

En el caso de Magisterio, las autoridades advierten que no sería bueno recortar la carga de las prácticas docentes, ya que estas constituyen “una fortaleza” de la formación docentes uruguaya que no se puede perder.

A su vez, advierten que la carrera tiene una gran nivel de fragmentación, que también desestimula a los estudiantes. En este caso, la consejera del CFE puso el caso de asignaturas que tienen una carga de dos o tres horas por semana, pero no por ello dejan de tener evaluaciones y entregas.

Ante esta realidad, las autoridades estudian la posibilidad de integrar asignaturas y trabajar con campos disciplinares más amplios, que facilite el transcurso a los estudiantes. Del mismo modo, analizan la posibilidad de ofrecer materias elegibles, para que cada alumno pueda armar su trayecto educativo.

Por último, consideran que las prácticas docentes deben estar más vinculadas a lo que el estudiante aprende y trabaja en el centro de Formación Docente. De esta manera consideran que se evitaría un doble esfuerzo de los alumnos.

La idea es que la práctica “no sea un campo aparte, distanciado y que implica un tiempo extra”, afirmó Motta.