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Fogones lejos de vecinos: la propuesta de alcaldesa tras incidentes en Villa Biarritz
Las juntadas multitudinarias de jóvenes durante las madrugadas de los fines de semana en el plazas y parques, como Villa Biarritz, que provocaron quejas de los vecinos y generaron un choque entre el Ministerio del Interior y la Intendencia de Montevideo (IMM) sobre las competencias de cada quien a la hora de disuadir, llevaron a la alcaldesa del Municipio CH, Matilde Antía, a elevar una propuesta a la intendenta para buscar trasladar la movida nocturna.
El planteo que Antía entregó este jueves a la intendenta Carolina Cosse implica trasladar las concentraciones a "espacios abiertos y públicos en los cuales los jóvenes puedan realizar sus actividades con música y niveles de ruido por encima de lo normal" sin perturbar al entorno, "hasta tanto se pueda regresar a la 'vieja normalidad'".
En la misiva a la que accedió El Observador, la jerarca recabó que "los lugares más afectados" vienen siendo Villa Biarritz, la plaza Varela, la plaza Viejo Pancho y la plaza San Salvador. Para disolver las aglomeraciones en dichos sitios —rodeados de vecinos residentes— la sucesora de Andrés Abt propuso como posibilidad replicar una experiencia llevada adelante por el alcalde Cayetano Stopingi en Sarandí Grande, Florida.
Antía expuso no tener "la certeza" de cómo lograrlo, pero expresó que "la promoción reglada de dichos espacios puede ser una forma transitoria e inmediata de eliminar o disminuir la afectación de los espacios referidos". En primer lugar, propuso tres lugares alejados de los vecinos: la Plaza Trouville, Punta Brava —hacia el faro de Punta Carretas— y el espacio de la Rambla Wilson frente al Club de Golf del Uruguay, que está bajo la jurisdicción del Municipio B.
La alcaldesa apuntó que Stopingi implementó en Sarandí Grande la instalación de fogones a "muy bajo costo" en un espacio abierto, "con el fin de fomentar la utilización de un espacio que sea atractivo para los jóvenes de su ciudad, y a su vez, desalentar las reuniones en los espacios públicos cercanos a los centros más densamente poblados".
"No solamente solucionó los problemas de convivencia y ruidos molestos en la vecindad de Sarandí Grande, sino que también permitió potenciar y embellecer espacios públicos del Municipio que hasta el momento se encontraban sub-utilizados", resumió Antía. En su carta a la intendenta Cosse propuso además "acompañar la instalación de fogones con una mejor iluminación y la adquisición, por lo menos transitoria, de baños públicos".
Para ello señaló como necesario articular entre los municipios B —encabezado por Silvana Pissano— y CH, y la comuna capitalina. En línea con el planteo del Ministerio del Interior días atrás a Cosse, pidió "estudiar la posibilidad de colocar vallado en las inmediaciones de Villa Biarritz durante una franja horaria comprendida entre las 22 y las 6 de la mañana los fines de semana", y así "alentar el traslado de las grandes concentraciones hacia los espacios indicados".
El director de Convivencia de la cartera de seguridad, Santiago González, aseguró el lunes de la semana pasada que había estado en contacto con el prosecretario de la intendencia, Daniel González, para solicitarle la colocación de “vallas en las calles” internas de Villa Biarritz para que no ingresen autos y no haya música.
“Vallar no es una responsabilidad nuestra, lo pone el Ministerio del Interior”, contestó no obstante González en diálogo con El Observador. Mencionó para ello el caso de los partidos de fútbol, en que el Ministerio del Interior pide autorización para colocar vallas en el entorno de los estadios si lo entiende necesario, pero es la propia secretaría de Estado la que las pone.
“Obviamente que mil personas generan ruidos molestos pero no es competencia de la intendencia, es un tema de orden público”, aseguró entonces.
