La expansión del covid-19 puso todas las miradas sobre la población adulta en el mundo entero por ser los que presentaban mayores riesgos frente a la enfermedad. Pero los jóvenes también sufrieron las consecuencias de la pandemia y, en muchos casos, fueron señalados por ser propagadores del virus. Trabajos del Grupo Asesor Científico Honorario (GACH) apuntaron a que los adolescentes sufrieron particularmente por ver limitada su vida social en un “momento clave para el desarrollo” y, según se señaló, todavía es “difícil” evaluar los efectos de estas limitaciones.
Ahora que los riesgos por el virus disminuyeron, los jóvenes vuelven a estar en el foco por salir y reunirse en parques y plazas al aire libre. Los dos últimos fines de semana, en los que se registraron temperaturas por encima del promedio de la época, miles de adolescentes se reunieron en distintos parques de Montevideo y esto generó un cruce entre el Ministerio del Interior y la Intendencia de Montevideo (IMM) respecto a las competencias de uno y otro para controlar estos encuentros.
“El Ministerio del Interior puede exhortar a disolver las aglomeraciones. Los ruidos molestos son motivo de coordinación pero sobre todo es un área de las intendencias. Es la intendencia la que tiene que mandar inspectores”, dijo el ministro del Interior Luis Alberto Heber y aseguró que los últimos fines de semana la Policía recibió decenas de llamadas con quejas por este tema.
La respuesta de la intendenta de Montevideo, Carolina Cosse, llegó horas después. “La Intendencia hace lo que le corresponde pero hay que ponerle sentido común a las cosas”, aseguró en rueda de prensa y agregó que si se juntan mil personas y empiezan a “tirar botellas” deja de ser un problema de ruidos molestos y pasa a ser un problema de seguridad.
Cosse destacó además que el cuerpo inspectivo de la IMM se “interrelaciona con el Ministerio del Interior muy bien” pero que en este caso “no se trata de tirarse la pelota uno a otro sino de colaborar y hacer lo que a cada institución le corresponde”.
Las denuncias recibidas por la secretaría de Estado llevaron a que Heber le enviara una carta a Cosse notificándole de la situación y poniéndose a disposición. “El pasado fin de semana la Policía recibió decenas de llamadas de vecinos y vecinas al servicio de Emergencias 9.1.1. que daban cuenta de ruidos molestos hasta altas horas de la madrugada en varios puntos de Montevideo”, dice la carta a la que accedió El Observador.
En la misiva, el ministro dice que ante los llamados la Policía concurrió a los lugares para “exhortar a los presentes a que se dispersen y seguir cuidando el estado sanitario actual del país” pero agrega que la actuación se da “aun cuando no le corresponde” a su cartera “actuar en las situaciones denunciadas”.
Sin embargo, para Cosse “una cosa es ir a hacer una observación sobre ruidos molestos y otra es enfrentarse a mil personas” y pidió que "cada institución" haga "lo que le corresponde de la mejor manera posible".
El director de Convivencia y Seguridad Ciudadana, Santiago González, aseguró el lunes que estuvo en contacto con el prosecretario de la Intendencia, Daniel González, por este tema y que le pidieron al gobierno departamental poner “vallas en las calles” internas del parque Villa Biarritz para que no ingresen autos y no haya música.
“Me lo prometió para el fin de semana que viene”, aseguró en Todas Las Voces.
📌@santiagon1974 se refirió a la situación en Villa Biarritz: "el principal problema son los ruidos molestos"
— Todas las Voces (@TodasLasVoces4) August 10, 2021
🗣️"Pedimos vallado a la @montevideoIM y lo prometió para el fin de semana que viene"
"Estamos intentando colaborar con los vecinos" ⬇️#OpinoEnTLV pic.twitter.com/BLzTu0EDrQ
Para el jerarca del Ministerio del Interior “el principal problema de los vecinos” son los ruidos molestos que son “insoportables”. Sin embargo, el prosecretario del gobierno departamental aseguró que la competencia de poner vallas es de la cartera de seguridad.
“Vallar no es una responsabilidad nuestra, lo pone el Ministerio del Interior”, dijo en diálogo con El Observador y mencionó el ejemplo de los partidos de fútbol. Cuando el Ministerio del Interior entiende que es necesario vallar por un tema de orden público pide autorización a la Intendencia pero, según explicó el prosecretario, la que pone las vallas es la secretaría de Estado.
“Obviamente que mil personas generan ruidos molestos pero no es competencia de la intendencia, es un tema de orden público”, aseguró. El jerarca agregó que el gobierno departamental cumple con tres funciones: inspeccionar, controlar el tránsito en la zona y limpiar al día siguiente.
Los últimos fines de semana el Ministerio del Interior realizó operativos en Villa Biarritz, en Kibón, en la plaza José Pedro Varela y también en el Prado así como en otros puntos del país. El cuerpo inspectivo de la intendencia, en tanto, debe controlar no solo este tipo de reuniones por ruidos molestos sino también las fiestas clandestinas, todos los locales formales como bares y "cualquier otro incidente", explicó González.
El próximo fin de semana, ahora con el anuncio consumado de que el próximo 24 de agosto habrá fiestas con baile, la intendencia volverá a realizar el mismo trabajo y, si el Ministerio del Interior lo solicita, va a habilitar el vallado de las calles.
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