Francisco visitará Hungría con una agenda marcada por la guerra en Ucrania y la situación de los refugiados

Será el 41º viaje internacional de Jorge Bergoglio desde su elección en 2013, viaje apostólico que incluirá también encuentros con refugiados, pobres, jóvenes, miembros de la Iglesia local y representantes del sector universitario y cultural, según el programa informado por el director de la oficina de prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni.

"Estoy muy feliz, el Papa tenía este proyecto desde hace mucho tiempo", dijo a la agencia de noticias AFP Eduard Habsburg, embajador de Hungría ante la Santa Sede, quien evaluó que “la opinión del Santo Padre sobre el tema de los migrantes y los refugiados es mucho más matizada de lo que a veces aparece en los medios de comunicación".

"El gobierno húngaro nunca tuvo problemas con los refugiados. El problema son los migrantes ilegales; pero un refugiado siempre será bienvenido en Hungría, como estamos viendo actualmente", añadió el diplomático en referencia a los cientos de miles de ucranianos que cruzaron la frontera desde que comenzó la invasión rusa hace un año.

Desde entonces, según las autoridades húngaras, el gobierno de Orban concedió el estatuto de refugiados a 34.248 ciudadanos ucranianos que huyeron de la guerra, una porción muy inferior al total de pedidos, situación que en septiembre de 2021 hizo que Francisco llamara a los húngaros a estar "abiertos a todos” durante su breve visita a Budapest.

Unos meses más tarde, en abril de 2022, Francisco recibió a Orban en el Vaticano. En esta audiencia privada, el Papa agradeció al dirigente húngaro (quien profesa el calvinismo y suele invocar un “Europa cristiana” para justificar su política antimigratoria) por las señales de apertura y protección que su país comenzó a ofrecer a los refugiados.

Según fuentes del Vaticano, la guerra en Ucrania podría ser uno de los temas centrales de la visita en un contexto en el que Orban quiere mantener vínculos con Moscú y se cuida de no criticar abiertamente al presidente ruso, Vladimir Putin, además de negarse a enviar armas a Ucrania, como sí lo hacen casi todos los países que integran la Unión Europea (UE).

La anterior visita de Francisco a Hungría, que sucedieron a las concretadas por Juan Pablo II en 1991 y 1996 a este país centroeuropeo de casi 10 millones de habitantes, fue para la Misa de clausura del 52° Encuentro Eucarístico Internacional, oportunidad en la que se reunión con los obispos y recordó la difícil historia que la Iglesia y sus pastores vivieron junto a su pueblo.

“La Iglesia de Hungría, marcada por una fe inquebrantable, por persecuciones y por la sangre de los mártires, está asociada de manera especial al sacrificio de Cristo. Muchos hermanos y hermanas fueron triturados como granos de trigo para que todos pudieran nutrirse del amor de Dios; fueron prensados como las uvas, para que la sangre de Cristo se convirtiera en savia de vida nueva; fueron partidos como el pan, pero su ofrenda de amor fue una semilla evangélica de renacimiento plantada en la historia de este pueblo”, dijo el Papa en aquel encuentro.

En esta ocasión, Francisco volverá a encontrarse con los obispos. Según la agenda anunciada, el 28 de abril se reunirá con Orban y, posteriormente, pronunciará dos discursos, uno dirigido a las autoridades, la sociedad civil y al cuerpo diplomático; y el segundo a los obispos, sacerdotes, diáconos, consagrados, consagradas, seminaristas y a los agentes de la Pastoral.

Al día siguiente visitará a los niños del Instituto László Batthyány-Strattmann, y luego se encontrará con pobres y refugiados en la Iglesia de Santa Isabel de Hungría, a quienes dirigirá un mensaje. Ese mismo día, ya por la tarde, ofrecerá otro discurso, en esa ocasión dirigido a los jóvenes para, finalmente, el domingo 30 celebrar una misa y, antes de regresar a Roma, mantener un último encuentro con representantes del mundo universitario y de la cultura.