Los ganaderos están preocupados. Con 260 focos de brucelosis en todo el país, varios sostienen que la campaña de control de la enfermedad no está funcionando como se esperaba, aunque la prevalencia sea baja, del 0,6%.
“La campaña no está dando resultados y queremos saber por qué, para saber qué podemos hacer los productores para mejorar”, dijo a El Observador Ignacio Russi, presidente de la Sociedad Rural de Durazno (SRD).
Durazno es el departamento con más focos activos, 67 en total, y por eso el próximo 28 de octubre en la sede de la SRD se realizará una charla sobre brucelosis, con la participación del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP).
“La campaña no está dando resultados y queremos saber por qué, para saber qué podemos hacer los productores para mejorar”, dijo Ignacio Russi.
La vacunación contra brucelosis no es obligatoria y el ministro Fernando Mattos aseguró que no impondrá su uso, porque quiere apelar a la libertad responsable.
Productores consultados por El Observador coincidieron en que el uso de esa vacuna no se da en gran medida y que es necesario reforzar la concientización. Además, en algunos casos, no se denuncian los diagnósticos positivos por las dificultades que conlleva tener un predio interdicto. En ese sentido, Russi recomendó “no hacerse trampas al solitario”.
Pablo Perdomo, presidente de las Cooperativas Agrarias Federadas (CAF) dijo que los números presentados por el MGAP están acordes a lo esperado. Todos los años se dan casos de brucelosis, y los productores de CAF “creemos en la campaña”, expresó.
Los impactos económicos de la brucelosis no están medidos y dependen de cada sistema productivo se explicó desde el MGAP, pero lo que se sabe es que las afecciones son fuertes.
“Hay que ver cómo apoyar a los productores medianos y chicos que tienen que sobrellevar lo costoso de los sangrados para que les liberen los predios”, destacó Perdomo.
Años anteriores la brucelosis tenía más incidencia en predios lecheros, pero ahora aparece más en donde se produce carne, informó el ministro Fernando Mattos. La zona de la cuenca lechera se destaca por la vigilancia epidemiológica porque en el sector de la lechería el sangrado es obligatorio; además, la enfermedad se puede detectar en la leche, en análisis de la industria.
Fabián Hernández, presidente de la Sociedad de Productores de Leche de Florida (SPLF) aseguró: “La situación es preocupante, creo que el sangrado tendría que ser obligatorio para todos los rodeos de cría porque ahí es donde aparece la enfermedad”.
El sangrado es obligatorio para los predios donde se produce leche y para los campos en los que haya casos linderos de brucelosis. Desde la gremial se “está totalmente en contra de dejar de sangrar obligatoriamente si no son foco o perifoco porque sería dar un paso atrás”, consideró.
El sangrado, así como las vacunas, son algunos de los costos que los ganaderos deben asumir para controlar esta enfermedad pero se dan otros problemas económicos.
La Federación Rural entiende que “las condiciones han cambiado y habría que rever los fundamentos de la campaña y encararla de otra manera”, mencionó el presidente, Martín Uría.
Consideró “un castigo” la interdicción de los predios, por el que una vez que aparece un foco de brucelosis los ganados no pueden llevarse a otro predio.
“La baja incidencia que plantea el ministerio es real, el problema es que con la interdicción el productor queda inhabilitado de mover sus animales. Eso nos parece un castigo muy grande, que lleva a que estemos evitando encontrar la brucelosis”, explicó, y agregó que la interdicción “genera todo un trastorno en el funcionamiento financiero”.
Eso ha afectado entre 11 y 12 cabañas en lo que va de la zafra de toros, que han tenido que posponer o suspender sus ventas.
Cómo funciona la interdicción
El director de Sanidad Animal del MGAP, Martín Altuna, explicó que con la interdicción se administran los movimientos de los ganados en base a la enfermedad, para minimizar los riesgos de propagarla. Según dijo, la brucelosis se da más en reproductoras enteras y toros.
La interdicción puede durar un mínimo de ocho meses, ya que una vez que se declara un foco, las hembras mayores de un año y los reproductores enteros deben pasar por dos sangrados (uno cada cuatro meses) y la vacunación y revacunación. Para que la interdicción termine y el MGAP habilite nuevamente el movimiento de los ganados deben pasar “dos rondas negativas”. Aunque, hay casos en los que se puede dar un movimiento de los ganados, por ejemplo entre campos en los que haya casos.
El director sostuvo que “es fundamental que se haga un manejo de los animales contra la enfermedad, un manejo que no favorezca la propagación de las brucelosis”.
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