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Gobierno analiza realojar a adultos mayores en un hotel o un local del Correo
El plan de contingencia que el Ministerio de Salud Pública (MSP) está elaborando junto al Ministerio de Desarrollo Social (Mides) para los adultos mayores que viven en residenciales, frente a la pandemia de covid-19, incluye la posibilidad de que muchos de ellos sean realojados, especialmente para aquellos casos en los que los centros no tienen las mínimas condiciones de higiene ni pueden garantizar el aislamiento de las personas al confirmarse casos positivos.
Para eso, desde el gobierno se analiza la posibilidad de realojos para casos sospechosos o confirmados de coronavirus en dos locaciones. Por un lado, el hotel Radisson donó tres de sus pisos para que adultos mayores puedan pasar la cuarentena allí. Por otro, también se evalúa como locación un local del Correo que estaba funcionando como depósito y que, según indicaron fuentes del Mides a El Observador, está en muy buenas condiciones.
Autoridades del Mides se reunieron esta semana con la Sociedad de Geriatría y Gerontología del Uruguay, desde la que les manifestaron la dificultad de realojar a personas mayores en la emergencia sanitaria por los cuidados que necesitan. Quien tomará la decisión de qué lugar es el más apropiado es el MSP.
En línea con la complejidad que tiene cuidar a un adulto mayor, la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) y la Dirección de Educación del Ministerio de Educación y Cultura comenzaron a coordinar y evaluar la posibilidad de llevar adelante un programa de pasantías voluntarias de quienes cursan la carrera de enfermería tanto a nivel público como privado. La idea es que los pasantes realicen tareas de alimentación, higiene y logística.
Si ese programa se concreta, el Mides se encargará de los insumos de alimentación y ASSE de la supervisión técnica de los estudiantes. En todos los casos, los pasantes deben ser estudiantes avanzados en la carrera de Enfermería.
Actualmente hay tres personas que fallecieron por coronavirus en el país y vivían en residenciales. Solo en uno de esos centros llegan casi a 40 los infectados, según los últimos reportes del Sistema Nacional de Emergencia.
El gobierno dispuso para ese residencial una intervención técnica y sometieron a análisis tanto a los usuarios que debían repetir el test como al personal técnico y demás trabajadores. Las autoridades sanitarias llevaron adelante también una "instancia de orientación y capacitación dirigida al personal del residencial, enfatizando en la importancia de las medidas de higiene y de distanciamiento".
El domingo 26, el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, dijo que unos 110 residenciales de todo el país no cumplen con los requisitos mínimos de respeto a los derechos humanos, según un informe elaborado por Inmayores del Mides. En ese informe, al que accedió El Observador, se detalla que hay 1.204 residenciales en todo el país de los cuales 537 se encuentran "en vigilancia", 109 están en "riesgo inminente" (la categoría roja a la que Delgado describió como la que está "por debajo del respeto de los derechos humanos"), 230 presentan "condiciones mínimas de funcionamiento", y 328 ni siquiera han sido relevados ni fiscalizados.
Los centros en "riesgo inminente" suponen un peligro para la vida de los residentes y aquellos que están "en vigilancia" presentan irregularidades o infracciones "moderadas". Hay solo 41 hogares de ancianos que están habilitados y diez están en proceso de habilitación, reportó Delgado en esa conferencia de prensa. En tanto, para los más de 1.000 residenciales restantes hay tan solo diez personas encargadas de la fiscalización por parte del Mides.
El ministro de Desarrollo Social, Pablo Bartol, dijo en la conferencia de prensa del domingo 26 que hay centros con pisos de tierra, espacios antiguos sin refaccionar y poca preparación del personal. Definió que en esos lugares se encuentran “condiciones espeluznantes”. "Eso es todo lo que queremos mejorar, es todo lo que en Uruguay no puede seguir pasando”, sostuvo.
El ministro afirmó que según lo que han analizado de experiencias pasadas, cuando el ministerio cerró un centro no se encontraba dónde reubicar a los adultos mayores. En ese sentido, el objetivo es comenzar a buscar nuevos espacios, que en el marco de la emergencia sanitaria se subsanará con la donación del hotel o de las instalaciones libres del Correo Uruguayo.
Este jueves, el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, afirmó que “la calidad de los residenciales no es algo nuevo” y dijo que “nadie se puede llamar a sorpresa”. “Hay un debe de la sociedad. Lo está diciendo el presidente de la República, que es el más responsable también de vigilar mejor a esas personas”, señaló en rueda de prensa.
