Nacional > FRONTERA MARÍTIMA
Gobierno en alerta por piratas brasileños
El aumento de la pesca ilegal en costas uruguayas es motivo de preocupación para el gobierno. El domingo, la Armada capturó un barco de bandera brasileña que estaba pescando cerca de La Paloma en el departamento de Rocha. Los oficiales debieron dispararle 50 veces ya que los 10 tripulantes –que habían sido divisados por un avión de patrulla marítima– no respondieron al llamado e intentaron fugarse.
La situación en la frontera marítima con Brasil es uno de los focos de alerta. El director nacional de Recursos Acuáticos (Dinara), Andrés Domingo, dijo a El Observador que el país vecino está “desregularizado” y “descontrolado” en materia pesquera, y que con la designación del nuevo secretario de Pesca, Jorge Seif Júnior por parte de Jair Bolsonaro no se esperan grandes cambios ya que es un empresario del puerto de Itajaí, en Santa Catarina, que defenderá los intereses del sector y que incluso ha tenido vínculo con barcos que estuvieron operando en Uruguay. “Llevar a Brasil a una situación de control va a llevar un tiempo, si es que se hace”, reconoció.
“En la inspección que le hicimos al barco que se capturó, no consta que tenga permiso de pesca, que es obligatorio y había vencido en el año 2016. Tampoco tenía ningún sistema de monitoreo”, agregó Domingo y dijo que en Uruguay “es muy difícil que un pesquero salga a navegar” sin ese permiso actualizado.
En la Dinara están esperando a que terminen las actuaciones judiciales para definir si envían una “nota” al gobierno de Bolsonaro para reclamar por lo sucedido.
En febrero de 2018, la Armada detuvo a otro buque brasileño con 10 tripulantes que había ingresado a la Zona Económica Exclusiva de Uruguay. La situación del “Altamar 4” se resolvió con una multa considerada “bastante significativa” de unos US$ 50 mil, el decomiso del equipo de pesca valuado por la Dinara en unos US$15 mil y una protesta a los brasileños.
Domingo señaló que los controles son realizados principalmente por las patrullas de la Armada en la zona costera, aunque ellos también cuentan con buques de investigación científica que fiscalizan en altamar. Pero esto no es suficiente para vigilar la zona exclusiva de Uruguay. “La detección está basada en el patrullaje. No sabemos qué tanto nos vienen a robar. En general nos enteramos cuando hay una acción (de captura)”, subrayó Domingo y argumentó que el territorio marítimo es mayor que el terrestre en Uruguay. “Hay preocupación e interés de las autoridades de profundizar, mejorar y actuar sobre este tema”, sentenció.
Desde hace años, la Armada viene reclamando sin éxito un aumento de recursos para poder cumplir con su misión. En 2018, el comandante en jefe, el almirante Leonardo Alonso, dijo en una entrevista con la Revista Naval que estaban "en una situación muy delicada respecto a cantidad de personal" y que la extensión de la plataforma continental hasta la milla 350 implicaba un aumento "considerable" en la superficie en que el Estado debe asegurar su presencia en el mar" para la cual necesitaban "medios modernos, seguros, confiables, rápidos y multipropósito con helicóptero embarcado y un mínimo valor militar".
El coordinador de la ONG Oceanosanos, Milko Schvartzman, dijo a El Observador que “el ingreso ilegal de barcos brasileños ocurre con regularidad y debería ser resuelto a través de gestiones diplomáticas de alto nivel” porque “con el patrullaje solamente no se va a resolver”.
Otra de las dificultades a la hora de controlar es que la zona sur del Océano Atlántico (Uruguay, Argentina, Brasil y las Islas Malvinas) es la única que no tiene una organización regional de pesca para todas sus aguas, lo cual facilita el accionar ilegal de flotas de otras banderas, según el titular de la Dinara.
Las inspecciones en el Puerto de Montevideo
Un estudio satelital, realizado en el año 2017 por las organizaciones Global Fishing Watch, Oceana y Skytruth, reveló que el de Montevideo era el segundo puerto del mundo más visitado por barcos de transbordo de pesca ilegal. Schvartzman dijo que la inspección de barcos era “clave” para evitar estas situaciones y que en el Puerto de Montevideo prácticamente “no existen controles ni inspecciones sobre las embarcaciones pesqueras extranjeras” que operan.
Un informe de esta ONG realizado en octubre de 2018 informó, en base a datos Administración Nacional de Puertos y la Armada, que desde el 2013 “se registra la descarga de un tripulante muerto por mes proveniente de estas embarcaciones”. “Los incidentes con víctimas a bordo, los casos de narcotráfico, los incendios y las peleas grupales en barcos extranjeros de pesca son constantes. La propia Cancillería de Uruguay denunció esclavitud, racismo y discriminación”, señala.
Según datos de la ANP a los que accedió El Observador, en 2018 fueron 353 los pesqueros extranjeros que arribaron a la principal terminal portuaria uruguaya. De esos 353 buques, la Dinara inspeccionó “a bordo y en sus bodegas” a 37 de ellos (10,5%), de los cuales 15 eran coreanos que habían pescado merluza negra, según una respuesta de la Dinara a un pedido de acceso a la información pública a la que accedió El Observador. El titular de la Dinara dijo que hacen “inspecciones aleatorias a los barcos” y reconoció que se les puede escapar “alguno” por “omisión o error o porque declaró otra cosa”.
Ninguno de los controles se realizó a pesqueros chinos, que son la mayoría de los que descargan, según dijo en 2017 el entonces director nacional de Recursos Acuáticos, Daniel Gilardoni a La Diaria.
Según el jerarca, además de las ya mencionadas, hacen inspecciones a los buques que realizan “tránsitos” de mercadería, esto es que almacenan los bienes en los depósitos del puerto o en contenedores para enviarla a otro país. “Cuando son a la Unión Europea (UE) inspeccionamos el 100%”, señaló y dijo que según cálculos primarios, estos controles superaban el 30% en 2018.
