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Gobierno expresó preocupación por elecciones en Venezuela por "carecer de garantías mínimas"
El Ministerio de Relaciones Exteriores uruguayo vio "con preocupación" las elecciones legislativas en Venezuela mantenidas este domingo, por carecer de garantías mínimas de transparencia para que la voluntad del pueblo venezolano, en su conjunto, se vea fielmente reflejada en las urnas". El Estado evaluó que los comicios con los que el chavismo recuperó el control del Parlamento no fueron desarrollados "en conformidad con los principios y valores democráticos".
El gobierno consideró que la elección "se apartó de los estándares internacionales, debido a la inexistencia de órganos de contralor independientes e imparciales en el país y por no regir actualmente en Venezuela el estado de derecho y la separación de poderes".
La Cancillería llamó a que "gobierno y oposición encaren un proceso de diálogo amplio, con la participación de todos los actores y acompañamiento de la comunidad internacional" para poder salir de la crisis que vive el país.
El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y sus aliados concentraron el 67,6% (3.558.320) de los 5.264.104 votos contabilizados en un primer boletín con 82,35% de los sufragios transmitidos, según anunció esta mañana el Consejo Nacional Electoral (CNE). La abstención alcanzó el 69% en unos comicios a los que estaban convocados más de 20 de los 30 millones de habitantes. Los principales partidos de la oposición, liderados por Juan Guaidó, habían tildado las legislativas de "fraude" y llamado a la población a quedarse en casa.
En las legislativas de 2015, en las que la oposición rompió 15 años de hegemonía chavista, hubo 71% de participación y 66,45% en las de 2010. La nueva asamblea asumirá el próximo 5 de enero.
Los comicios venezolanos también contaron con la desaprobación de Estados Unidos, la Unión Europea y varios países de la región. El secretario de Estado norteamericano tildó a la instancia electoral de "farsa".
La actual administración, encabezada por Luis Lacalle Pou, ha marcado un tono más duro en torno a la gestión de Nicolás Maduro al frente del país caribeño. “Con respecto al régimen de Maduro hemos tenido una posición clara de condena y ella seguirá siendo la misma en todos los ámbitos”, había escrito el mandatario nacionalista en setiembre.
El Tribunal Supremo de Justicia designó en junio, sin la participación de la Asamblea Nacional (el parlamento venezolano), a los integrantes del CNE de cara a las elecciones del pasado domingo. A pesar de un diálogo que entablaron en aquella fecha el entonces canciller, Ernesto Talvi, y el ministro venezolano, Jorge Arreaza, luego de que el uruguayo evitara catalogar al régimen como una "dictadura" en diálogo con El Observador, el gobierno interpretó la designación como un avasallamiento por parte del chavismo, y activó una declaratoria del Grupo Internacional de Contacto (GCI), creado junto a la Unión Europea.
El comunicado materializó el endurecimiento de la posición uruguaya sobre Venezuela, en el entendido de que el chavismo no está dispuesto a dialogar para transitar hacia elecciones, y automáticamente generó un encontronazo entre Talvi y Arreaza.
