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Guerra en Marconi: condenaron por guardar pistolas y cargadores a una "amiga de toda la vida" de un líder narco
Para la fiscal Adriana Edelman, el barrio Marconi está "tomado por dos bandos que lo han tornado un lugar inhabitable", tal y como dijo en una audiencia hace casi un mes en la que logró que la Justicia impute a un líder narco de la zona, apodado Bebito, por el homicidio de un hombre apodado Tato. Ahora, su Fiscalía –la de Homicidios de 3o Turno– va tras las armas que utilizaba el imputado para cometer los crímenes. Este jueves, la jueza de Crimen Organizado María Helena Mainard condenó a una "amiga de toda la vida" del Bebito por permitirle guardar armas en su casa.
El 27 de setiembre se allanó su vivienda, en el barrio Marconi, y debajo del parrillero, en una mochila verde, se incautó un revólver plateado, seis cargadores de pistolas calibre 9 milímetros, una caja con 50 cartuchos del mismo calibre, dos cartuchos de escopeta, un pasamontañas negro, una mochila, dos riñoneras y cuatro celulares.
Un testigo reservado había señalado en Fiscalía que la condenada y Bebito eran "amigos de toda la vida" que se "frecuentaban" y que la manera que tenía el imputado de "mover las armas" era en mochilas que llevaba la mujer, entre otras personas.
De hecho, al momento del allanamiento, la madre del Bebito se presentó en el lugar y se presentó ante los policías como "amiga" de la detenida.
La expareja de la joven la había denunciado en la Justicia de Familia porque entendía que la hija que tenían en común no tenía que estar "expuesta" a determinadas situaciones. Para ilustrarlo había presentado una foto de tres personas en el patio donde se incautaron las armas posando con pistolas. Uno de los que aparece en la foto "sería" el Bebito, señaló la fiscal adscripta de Homicidios de 3o Turno, Paula Goyeni, en la audiencia en la que se condenó a la mujer.
A su vez, el arma que se incautó es "idéntica" a una que aparece en una foto que surgió del celular del Bebito. En otra imagen también aparecen los cartuchos incautados
Ella arrendaba un monoambiente al fondo de la vivienda y el dueño del lugar aseveró que el patio en el que se encontraron el arma y las municiones es de uso exclusivo de ella.
Fue condenada a nueve meses de libertad vigilada por el delito de tráfico interno de armas y municiones. Se determinó esa pena porque fue condenada por un acuerdo abreviado (a cambio de la admisión de los hechos se puede obtener una rebaja de hasta un tercio de la pena) y porque la mujer era primaria. Se le establecieron una serie de condiciones –fijar domicilio, presentarse en la seccional una vez por semana y realizar trabajo comunitario por seis meses– que si las incumple, deberá cumplir su pena en prisión.
El Bebito y el Arce, la guerra que hizo encender el Marconi
El homicidio de un joven apodado "El Arce" a la salida de un boliche en Ciudad Vieja a fines de mayo desencadenó una ola de violencia entre las dos bandas que se disputan la venta de drogas en Marconi, informó inicialmente Subrayado. A partir de allí, hubo al menos tres homicidios más en el barrio.
Los que integran el grupo de "El Arce" creen que "El Bebito" y un pariente adolescente fueron quienes mataron a su compañero.
Sin embargo, "El Bebito" aseguró en la audiencia ocurrida a fines de agosto –a través de su abogado– que cuando ocurrió el crimen de mayo, este adolescente estaba preso, así que era imposible que hubiera sido él. Además, sostuvo que los miembros del grupo contrario cambiaron muchas veces la versión sobre quién creen que fue el autor del crimen.
El Bebito terminó preso por un homicidio cometido a fines de agosto, del que fue víctima "Tato" un hombre de 54 años que estaba en su casa. Ese asesinato fue cometido por varios disparos: se levantaron más de 50 vainas en la escena del crimen. El asesinato fue producto de la guerra entre ambos bandos. Es que el fallecido era tío de "El Arce" y pertenecía a su grupo.
La disputa empezó cuando el adolescente pariente de "El Bebito" estaba fumando en una plaza del barrio. Dos personas encapuchadas pasaron y le dispararon varias veces, contó la fiscal en la audiencia.
El ataque desató la furia del adolescente, que comenzó a gritar: "Tiraron para mi casa, no quiero a nadie acá. Voy a empezar a matar hasta niños chicos. ¿El 'Tato' (...) dónde está?, ¡no lo quiero más acá!".
Fue entonces que empezó a caminar hacia la casa del "Tato", junto con "El Bebito", que se sumó en medio del trayecto.
Pero "El Bebito" –hoy imputado– no debería haber podido acompañarlo, ya que tenía arresto domiciliario total por haber sido encontrado culpable de un delito de arma de fuego. Aún así, salió de su casa y junto al adolescente y otras dos personas más fueron en busca de su rival.
Ya en la caminata, cerca de la casa de "Tato", empezaron "a los tiros", al punto que un vecino les indicó dónde vivía exactamente el hombre al que iban a buscar. Los tiros siguieron, hasta que la víctima recibió un balazo en la nuca.
