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Gustavo Petro y Nicolás Maduro se reúnen por primera vez este martes en Caracas

El encuentro entre los presidentes se da tras el nombramiento de los respectivos embajadores y del diálogo telefónico entre ellos durante los últimos casi cuatro meses. Hace tres años, Colombia y Venezuela rompían relaciones diplomáticas
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01 de noviembre de 2022 a las 09:08

En esta primera reunión presencial en la capital venezolana, Gustavo Petro y Nicolás Maduro tienen una extensa agenda que va desde "la relación bilateral", pasando por la "reapertura de fronteras hasta el posible reingreso de Venezuela “al sistema interamericano de Derechos Humanos", según difundió la Casa de Nariño, sede presidencial de Colombia.

Tras su elección el 7 de agosto como el primer presidente de izquierda en la historia de Colombia, Petro se propuso retomar las relaciones con Venezuela, rotas desde 2019 durante el gobierno del derechista Iván Duque.

De acuerdo al comunicado de Bogotá, Petro "se desplazará hacia la ciudad de Caracas con su equipo de trabajo para sostener un almuerzo con el mandatario venezolano" el "martes 1° de noviembre".

El objetivo del encuentro será "impulsar la economía de la región" y "la protección de la Amazonía, como parte de las reuniones preliminares a la COP 27", la conferencia de las Naciones Unidas sobre el clima que comienza el 6 de noviembre en Egipto.

Las relaciones entre Caracas y Bogotá se interrumpieron hace tres años cuando Duque desconoció al gobierno de Maduro, alegando su reelección fraudulenta. El entonces presidente aceptó como mandatario de Venezuela al opositor Juan Guaidó.

El entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue un impulsor de la política de Duque, quien se convirtió en el mayor opositor de Maduro. En ese entonces, Colombia acogió a centenares de miles de venezolanos.

En la actualidad hay 2.500.000 venezolanos en Colombia. Se estima que la cantidad de colombianos en Venezuela son alrededor de 1.300.000, aunque se trata de una migración gradual a lo largo de los años, a diferencia de la oleada de venezolanos que se fue de su país tras el colapso económico de los últimos años debido a la fuerte merma de la producción petrolera, casi la única fuente de divisas del país.

Parte de esa crisis se debió a las medidas de bloqueo tanto para la inversión como para la provisión de equipos acompañado por los bajos precios del crudo. Esa situación toma otro rumbo por la crisis energética de la guerra de Ucrania y por el relevo de Trump por Joe Biden quien comenzó un camino de diálogo con el chavismo así como la apertura de inversiones petroleras estadounidenses, seguidas por empresas del sector de Francia, España e Italia. 

Colombia y Venezuela reabrieron la porosa frontera de 2.200 kilómetros que los separa a finales de setiembre, en otra muestra de la normalización de las relaciones entre ambos gobiernos.

Pero un mes después, Petro se mostró decepcionado por el bajo flujo comercial que siguió, según él, porque la economía sigue pasando por pasos ilegales controlados por mafias desde ambos lados.

"Esas trochas (rutas) se cierran porque se cierran", sentenció de modo tajante el presidente colombiano desde la fronteriza ciudad de Cúcuta para poder normalizar las transacciones y anticipó que ese será un tema central de su encuentro con Maduro.

Petro llegó al poder con una ambiciosa agenda de reformas económicas, sociales y ambientales, de la que aspira hacer parte a otros países de la región.

Entre sus prioridades se trazó el cuidado de la Amazonía, ante el avance de la deforestación que ha arrasado con 7.018 km2 de bosque, principalmente en esa región que se extiende por nueve países.

Este lunes, Petro anunció que además de Venezuela, espera que el presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, lo acompañe en "el rescate de la selva amazónica y su investigación científica" y "la integración económica latinoamericana".

El mandatario colombiano aspira además a lograr un acuerdo de paz con los grupos que siguieron en armas tras el acuerdo de paz de 2016 firmados por el entonces presidente Juan Manuel Santos con la ya disuelta guerrilla de las FARC, convertida en partido político.

Venezuela será país garante y una de las sedes de las próximas negociaciones del gobierno de Colombia con el ELN, la última guerrilla reconocida en el país.

Colombia arrastra una historia sangrienta de más de seis décadas que fue abordado por la por la Comisión de la Verdad presidida por el jesuita Francisco De Roux que el pasado 28 de junio dio su informe final. Fue dos días después del triunfo de Petro en el ballotage, quien se comprometió a llevar a cabo políticas de pacificación y de equidad social para lograr la verdadera paz que el país necesita.

Desde la Casa Blanca, en Washington, tras la felicitación de Joe Biden a Lula por su triunfo el pasado domingo, ven con buenos ojos el acercamiento de Petro quien dialogó varias veces con el secretario de Estados Anthony Blinken acerca de la relación con Venezuela. Sin embargo, advierten que será un camino difícil por las heridas que aún persisten por las fuertes tensiones de los últimos años.

Ahora, tanto los mandatarios de Colombia y Venezuela como la Casa Blanca contarán con dos aliados de peso para contribuir a este diálogo, el mandatario mexicano Andrés Manuel López Obrador y con Lula, el electo presidente de Brasil.

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