El 74% de los jóvenes de 15 años de mayor vulnerabilidad no tiene las competencias básicas; apenas el 40% de los liceales termina esa etapa de estudios; a los 19 años el 42% ya está afuera del sistema educativo. Estos tres datos que pintan un panorama tétrico de la educación uruguaya y se arrastran desde hace años piden a gritos un cambio en la forma de enseñar. Con un diagnóstico tan claro, ¿por qué es tan difícil lograr cambiar? Es imposible hablar de una reforma educativa sin entender qué pasó con la más profunda que se ha hecho desde la vuelta de la democracia, la reforma Rama.
Esta nota es exclusiva para suscriptores.
Accedé ahora y sin límites a toda la información.
¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá