La abogada del sospechoso de haber matado a Marcelo Demestoy en el supermercado Ta-Ta de Parque Rodó, Paola Gutiérrez, señaló que, al momento del homicidio, según demuestran las antenas, el celular de su cliente no estaba en el lugar de los hechos. Así lo señaló en la audiencia judicial en el que el joven de 22 años fue imputado por dos rapiñas muy especialmente agravadas en el Prado y a cuyo registro accedió El Observador.
La fiscal que investiga estas rapiñas, Gabriela Fossati, indicó que desconocía si eso era así ya que forma parte de la carpeta fiscal en la que trabaja la fiscal de Homicidios Adriana Edelman.
Tal y como informó El Observador, la indagatoria sobre el hecho en Ta-Ta se basará en la comparación de cámaras de seguridad con las fotografías del sospechoso. A su vez, existe la posibilidad de que hubiera dejado el teléfono en otro lugar.
El imputado estará preso en forma preventiva hasta diciembre, mientras Fossati y Edelman continúan con sus investigaciones. La Fiscalía y la Policía buscarán cotejar las imágenes de las cámaras de seguridad del Ta-Ta con las del sospechoso, dijeron fuentes de la causa a El Observador.
El sospechoso detenido ya había sido condenado por tres delitos de rapiña especialmente agravados en reiteración real en abril de 2019 a la pena de 4 años y 10 meses de prisión. Sin embargo, se había beneficiado de la posibilidad de acceder a la libertad anticipada, la que se encontraba vigente.
Estas tres rapiñas fueron con un método similar al utilizado en el crimen que terminó en el homicidio de Demestoy, según consta en la sentencia del acuerdo abreviado a la que accedió El Observador. La primera, recoge el dictamen fiscal de Silvia Porteiro, fue el 18 de enero de 2019 cuando el ahora detenido y otra mujer ingresaron al Farmashop ubicado en Luis Franzini y 21 de Setiembre. Amenazando a los funcionarios con armas de fuego, lograron hacerse de un botín de $40.000.
Once días después, el 27 de ese mes, repitieron el escenario y la manera: ingresaron al mismo Farmashop, el sospechoso con un arma y la mujer con un envase de gas pimienta. "En algún caso golpearon al personal y a las clientas, a culatazos y patadas, exigiendo la entrega de la recaudación de las cajas", recoge el dictamen. Esa vez se llevaron $60.000.
La última vez que actuaron antes de ser detenidos en la operación dirigida por Porteiro fue el 13 de marzo de 2023. Esta vez, en el Farmashop de Avenida Brasil y Coronel Alegre. Como un ejercicio, repitieron los sucesos: con armas, amenazaron, golpearon y lastimaron al personal, al que le exigieron el dinero. Se llevaron $60.000, dos perfumes y efectos personales de los clientes.
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