Interés del Reino Unido en compartir con Uruguay sus avances en genética ovina

Investigadores del Reino Unido han descubierto un gen que permite superar restricciones sanitarias que aplica Uruguay, que prohíben el ingreso de material genético ovino desde ese mercado por el riesgo de ingreso de una enfermedad conocida como Scrapie, que provoca pérdidas productivas muy importantes.

Henry Lewis, especialista de ese país en certificación de productos de origen animal para la exportación, disertó sobre el tema en la residencia del embajador británico en Uruguay –Ian Duddy–, el jueves 15, y además presentó el asunto ante el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP).

El director General de los Servicios Ganaderos del MGAP, Eduardo Barre, destacó a El Observador que se estudiará el tema planteado por Lewis en su entrevista realizada con funcionarios del ministerio.

Desde 2002, Uruguay prohíbe el ingreso de ovinos de países que hayan sido afectados por Scrapie, una encefalopatía ovina que afecta el sistema nervioso de los animales y provoca pérdidas productivas de gran magnitud.

También hay que considerar que hay una resolución Mercosur en el mismo sentido, precisó Barre. La excepción es Brasil, que tiene esta enfermedad, por lo tanto es uno de los países que importa material genético ovino desde ese origen, comentó el jerarca.

El gobierno del Reino Unido, decidido a resolver el problema del Scrapie, comenzó un programa en 2001 que determinó que se trata de una enfermedad dependiente del genotipo. "Ahora tenemos esa información y así fue que las autoridades dispusieron que es obligatorio el uso de reproductores del Tipo 1, resistentes al Scrapie, en los rebaños de cría", comentó Henry Lewis.

Explicó que este manejo significó un cambio grande, dado que ahora se dispone de majadas resistentes al genotipo de esa enfermedad.

"Hemos convivido por 300 años con el Scrapie y no hay problemas en la seguridad alimentaria. Obviamente hemos hecho todos los esfuerzos para superarlo, habiéndose monitoreado muchos animales para ello", añadió.

Lo interesante es que la Unión Europea (UE), que cuenta con organismos muy severos, "se ha concentrado en el Scrapie y en particular en el genotipo ARR ARR que es el resistente, por lo que se puede hacer el genotipado de ovejas y enviarlas con ese genotipo a toda Europa", dijo Lewis.

Lewis habló sobre el amplio espectro de material de mejoramiento genético que ese país puede aportarle a Uruguay en razas como Hampshire Down, Suffolk, British Texel, Romney y Southdown. Tambiém hizo mención a otras razas no conocidas o no explotadas en Uruguay.

El experto, en su charla, abundó en detalles sobre las posibilidades que tiene la genética ovina británica, que cuenta con más de 90 razas, que además en muchos casos las intercruza.

"Al organizar la estructura se puede explotar el vigor híbrido, obtener los beneficios y también combinar distintas razas. Por muchos años nos hemos enfocado en la producción cárnica, lo que de alguna manera ha producido una selección especial de razas", detalló.

Lewis resaltó las características de algunas razas carniceras como British Texel, Dorset que cría y pare durante todo el año, la British Charollais que se estableció en México y Canadá basándose en genética británica y también en Australia. Esta última "es una raza que los criadores de ovinos carniceros de Uruguay deberían prestarle atención", sostuvo. Explicó que acapara un 20% del mercado de razas paternas terminales en el Reino Unido, usándose los carneros para producir corderos de carne magra de gran calidad.

Otra raza, Kleen, es maternal y muy prolífica, muy popular y proveniente de Gales y se puede usar pura para lograr mejores canales.

El disertante se refirió a la importancia de las evaluaciones para elegir tendencias genéticas. Por ejemplo, hizo mención a una evaluación en Suffolk en donde se muestra el crecimiento a las ocho semanas y el scaneo que se produce a las 21 semanas, pudiéndose apreciar el aumento diferencial de peso gracias a la genética Suffolk, que llega a los siete kilos, con cambios que han sido dramáticos en los últimos 30 años.

Hoy esta raza tiene un peso corporal adulto medio en hembras de 80 kilos y de carneros de 95 kilos, con una prolificidad de 150% a 190%.

Henry Lewis habló también de la raza Dorset, que demora un poco en su arranque, pero que "luego logra resultados increíbles" en la profundidad del músculo y manteniendo en forma invariable los niveles de grasa. Sobre la raza British Texel, explicó que es la línea paterna terminal más popular y que ha logrado muchos avances. Las mediciones para esta raza en los últimos 30 años han tenido una evolución sostenida. Cuando comenzó el programa se medía sobre 100 y ahora ha llegado a 280 de índice en el valor de la carne, indicó.

Por su parte, en la raza British Charollais se observa también en las gráficas que su población ha mejorado de una manera drástica. Ahora los de menor calidad son los mejores de hace 20 años. Lewis no pudo ocultar su orgullo al señalar que básicamente "lo que han hecho nuestros criadores con Texel los transforma en la envidia de todo el mundo y los mismo pasa con Brithis Charollais, donde tenemos más animales de lo que hay en su lugar de origen (Francia) y son también mejores, lo que se debe al buen manejo y buen uso de la información".

Como en la vida, uno paga y elige, comentó gráficamente el disertante procedente del Reino Unido, al destacar que la información generada permite a los criadores –según los criterios de selección– encontrar a los mejores animales de acuerdo a la información que se publica en los índices y, de alguna manera, clasificar los mejores animales. Posteriormente se puede afinar el criterio y hacer una selección para los cruzamientos por menor cantidad de grasa, por ejemplo.

El consultor Roberto Cardellino consideró valioso el aporte de Henry Lewis disertando sobre el desarrollo del sector ovino en el Reino Unido. Dijo que hay que estar atentos a lo que hacen esos países, por ejemplo a cómo atienden las exigencias de los mercados con el tipo de carcasas que producen, que lógicamente son más pesadas que en Uruguay. Es un país muy fuerte en producción de carne ovina, mientras que su lana se destina principalmente para alfombras, comentó.