El Ministerio del Interior sancionará a los policías responsables de no haber quitado el arma al policía que el domingo 30 asesinó a su expareja, Valeria Sosa, en la puerta de su casa y frente a sus dos hijos.
El hombre de 42 años ya había sido denunciado por violencia doméstica en 2015 por lo que, de acuerdo con el protocolo de protección de violencia domética que involucra a los policías, el arma le debería haber sido retenida. Sin embargo, esto no ocurrió y el hombre asesinó a la mujer con su arma reglamento.
Según informó VTV, el ministerio evaluá una "severa sanción" para los responsables de no haber retenido el arma. Los policías son pasibles de ser indagados penalmente por la grave omisión cometida.
Lea también: Cientos marcharon con Mi Morena por el homicidio de Valeria SosaAsimismo, por orden del ministro Eduardo
Bonomi, la
investigación del caso se acelerará y se advertirá al personal policial que el protocolo debe respetarse a rajatabla.
La directora de la división Políticas de
Género del Ministerio del Interior, July Zabaleta, informó esta semana a El País que al día de hoy el ministerio quitó el arma a unos 500 policías por violencia doméstica.
"Lo más conocido es que cuando hay una denuncia contra un policía por violencia doméstica se tiene que retirar obligatoriamente el arma en forma preventiva. Inmediatamente se lo deriva a los servicios especializados de violencia doméstica del Hospital Policial y allí tiene que hacer un proceso para que después la Junta Nacional de Aptitud evalúe si está apto para que se le reintegre el arma. El proceso puede llevar meses e incluso más de un año. Una de las cosas que se quejan los policías es que no les devuelven el arma enseguida, ya que antes de eso deben pasar por evaluaciones", dijo Zabaleta.