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Kombi-Viendo: la historia de los uruguayos que quedaron "varados" con su camioneta en Ecuador
“Sedentarismo” es casi que una palabra prohibida para los uruguayos Yenifer Acosta y Diego Rodríguez. Fue así que en agosto de 2018 renunciaron a sus respectivos trabajos de masajista y empleado en el municipio de Canelones, para hacer más de 40.000 kilómetros entre Argentina, Chile, Perú y Ecuador. Y como la inmovilidad no es su estilo, hoy es “complicado” estar trancados en la ciudad amazónica de Tena, en en medio de una pandemia, en temporada de lluvias, sin lugar de estadía y con los estrictos toques de queda ecuatorianos.
El viaje tuvo su punto de partida en la ciudad de Los Cerrillos, en Canelones. Ellos mismos, pareja desde hace más de diez años, refaccionaron su Volkswagen Combi hasta “transformarla en casa”. Cuentan con una reserva de agua de 80 litros, generadores solares para ser autosuficientes mediante energía eléctrica, cocina con horno, heladera y hasta baño químico. Además, los acompaña Manchita, o “La Manchi”, su perra de cinco años de edad.
Pero hace 50 días que ya no pasean. Desde entonces pudieron estacionar el vehículo junto a un cuartel de bomberos, donde les prestan el servicio de Wi-fi así como el agua para recargar sus reservas.
La pareja de viajeros contó a El Observador que la situación a veces los hace entrar “en desesperación”. “Como acá llueve todos los días y estamos expuestos sin techo, nos pasamos adentro de la Combi casi todo el día”, explicó Yenifer Acosta. Para matar el aburrimiento trabajan en artesanías, hacen arreglos en la camioneta o se dedican a anotar vivencias en su bitácora de viaje. A causa del reducido espacio, no hay mucho margen para hacer ejercicio. A todo esto se agrega la prohibición de circular, que inicia a las 14 horas y se extiende hasta las 5 de la madrugada.
Tena es una ciudad de unos 27.000 habitantes, ubicada en el extremo oriente de la selva amazónica. Pertenece a la provincia de Napo, que a la fecha de este lunes lleva confirmados 40 casos de coroanvirus covid-19. La pareja la describió como un lugar “súper pintoresco”, donde abunda el verde, las montañas “parecen infinitas”, y hay diversidad de animales, incluidas varias serpientes y tucanes. “En cualquier lugar te encontrás un balneario increíble”, afirmaron, dada la confluencia de ríos en el entorno, incluido el Napo, uno de los más caudalosos de la región.
A través de su página de Facebook Kombi-Viendo, sin cadenas, la pareja expresó a principios de marzo sentirse “bajoneada” por ciertas manifestaciones de rechazo por parte de los habitantes locales. “Al estar en la parte de selva amazónica, acá los pueblos son chicos, y el extranjero se ve a gran escala. Se sabe quién es de acá y quién no. Al principio se nos hizo un poco duro conseguir un lugar”, contó Diego Rodríguez a El Observador. En plena incertidumbre por la epidemia, las caras desconocidas no eran bien vistas, a pesar de que ellos ya vinieran recorriendo el país desde hace más de cinco meses.
No obstante, señalaron que “hoy por hoy, la gente ya se acostumbró”. Destacaron además la hospitalidad brindada por algunos ecuatorianos, como es el caso de una vecina que “a menudo” les arrima alimentos.
Ambos evalúan emprender la vuelta a Los Cerrillos una vez que comiencen a abrirse las fronteras. “Lo mejor es retornar a casa y, si pasamos necesidad, que sea cerca de nuestros seres queridos”, dijeron. La pareja subsiste en base a sus ahorros. El escaso movimiento de Tena se las hace muy difícil para comerciar. Tanto es así que disponen de colectivos en Uruguay para recibir colaboraciones, así como también de imanes con fotografías de sus expediciones, cuyo precio es a voluntad y repartirán una vez que hayan arribado al país.
El retorno será con muchos aprendizajes. “Hay mucha más gente buena que mala, y es una de las cosas que nos llevamos como bandera”, declararon. También vuelven agradecidos de poder “ver el mundo con otros ojos”, y de haber contemplado realidades que “vuelan la cabeza”.
Mientras tanto, solo les queda esperar. Por suerte para ellos, todavía tienen yerba para el mate.
