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La confianza y la calma que necesitaban Luis Suárez y Nacional para viajar a Brasil
En este juego de oposición en que se transforma el fútbol, Rentistas (incluso si hubiera volcado en el campo su mejor versión) fue lo mejor que le pudo suceder a Nacional para esta acelerada etapa de adaptación a la era Luis Suárez. Con todo lo que viene atado a la llegada del jugador y a los procesos naturales que debe recorrer un equipo con futbolistas nuevos y, especialmente, con uno que volvió con una carga emocional muy fuerte para el plantel y los hinchas, tuvo este viernes una buena oportunidad que aprovechó en todos los aspectos.
La victoria 3-0 ante Rentistas, el primer gol de Suárez en esta nueva etapa, el penal atajado por Lucas Machado que queda para el mejor recuerdo del guardameta y para la anécdota de este encuentro y la forma en que se soltó Nacional, tras el estreno del Pistolero del martes pasado en la Copa Sudamericana, fue lo mejor que le pudo pasar a Repetto y a sus futbolistas.
Lo que ocurrió en el Gran Parque Central que otra vez lució colmado, por la expectativa que genera Suárez, fueron buenos mensajes para los tricolores, que vuelven a ganar, sumar tres puntos, reafirmar su liderazgo en la Tabla Anual y, fundamentalmente, acumular minutos con buenas producciones de algunos futbolistas que necesitaban soltarse, correr la cancha, sentirse cómodos y lucirse en algunos pasajes del partido.
José Luis Rodríguez celebró con un gol. Brian Ocampo y Alex Castro aprovecharon la ocasión para ganar confianza y poner una y otra pelota en el área para generar situaciones de gol. Franco Fagúndez aparece cada vez más solido y con un remate en las pelotas quietas que está pidiendo gol. Ahora tendrá que ceder en ese rol y esperar si Suárez le deja algún tiro libre. Juan Ignacio Ramírez anotó un gol, y aunque luego se perdió otros dos, encuentra en cada conquista una razón para reforzar la confianza que necesita cualquier delantero.
Luego, Suárez que ingresó para jugar el segundo tiempo, siguió sumando minutos de fútbol y el ritmo que necesita para que Nacional pueda aprovechar su mejor versión, que sin dudas ofrece un nivel que ningún otro jugador en la actualidad de este torneo puede brindar y que los hinchas celebrarán hasta el 9 de noviembre, cuando viaje al Mundial de Qatar.
El gol; un taco que le tapó Machado, cuando sin espacios utilizó el recurso que le quedaba para definir, y el remate del final, que también le sacó el golero, fueron una buena medida para el delantero, que ya lleva tres entrenamientos, que sumará otros dos el domingo y lunes, y que a partido del martes lo tendrá con una semana de actividad con sus nuevos compañeros. Tiempo exiguo para cualquier jugador y en cualquier proceso de trabajo, pero que redundará en mejores experiencias para Suárez dentro del campo.
Nacional con Suárez no tiene techo. Recién comienza a recorrer el camino en el que el entrenador incorpora al futbolista a los sistemas de juego y lo involucra en el funcionamiento de una oncena que venía rindiendo en gran nivel, que le había permitido avanzar entre los mejores de la Sudamericana y liderar la Tabla Anual.
Entonces, en ese contexto (de fiesta en el Gran Parque Central) se cuela el desafío de clasificar a las semifinales de la Copa Sudamericana en el partido del martes en Goiania, y la necesidad de conseguir una victoria por un gol (va a penales) o por dos o más (clasifica directo) que marcará el camino y reforzará el ánimo de todos en el club, porque con la llegada del salteño imaginaron que volverían los éxitos internacionales, como hace 33 años no ocurre.
Tras la tensión que generó el estreno del martes, llegó la calma por el partido ante Rentistas. No es mucho, pero es suficiente para construir con confianza para el desafío ante la revancha ante Goianiense.
