Ricardo Iván Ramos García, un modélico contador auditor de mediana edad, domiciliado en La Reina, sustrajo silenciosamente de Hapag Lloyd Chile —parte del quinto grupo naviero más grande del mundo— 2.324 millones de pesos chilenos (unos US$ 2,5 millones) durante al menos cinco años.
El exjefe de Finanzas fue incluso premiado por su alma máter, la Universidad Nacional Andrés Bello, como alumno del año, cuando según la justicia chilena llevaba tiempo desviando millones desde la compañía en la que trabajaba a sus cuentas personales.
Con el usuario “ramosri”, logró engañar a Hapag Lloyd y registrar su sociedad personal Vacoco y su cuenta en el Banco Santander como proveedores en el sistema SAP (sistema integrado de gestión capaz e soportar todos los procesos de una organización en tiempo real). Otras veces hacía cheques en favor de proveedores inexistentes, que terminaban en su cuenta bancaria.
Con esos recursos compró automóviles y varias propiedades en La Reina, Lampa, Batuco, Puento Mont, Puerto Varas y otras comunas. Logró disimular sus bienes, detalla el fallo del Tercer Tribunal en lo Penal de Santiago, “a través de la utilización de diversos testaferros o prestanombres, quienes tenían pleno conocimiento del origen ilícito de los bienes, entre ellos Gilda García Fedeghelli (madre), Alejandro Ramos García (hermano); Vanessa Ámbar Aguilera Rojas (cónyuge); y Alejandra Rojas Jiménez (suegra)”.
Pero lo pillaron. El tribunal lo condenó esta semana a la pena de seis años de presidio efectivo, en calidad de autor de 82 delitos consumados de estafa, ilícitos cometidos entre septiembre de 2011 y el 31 de marzo de 2016. Cayeron con él sus cómplices.
Diario Financiero-RIPE