Golpeado por un nuevo descenso, acuciado por las deudas y último equipo de la Segunda División Profesional en comenzar a entrenar de cara al torneo que no inició debido a la pandemia del coronavirus, Rampla Juniors se embarcó en un ambicioso proyecto de transformación que pretende hacerlo volver a sus raíces de "cuadro duro y corajudo, criollo, altivo y melenudo como la furia del mar", como dice la canción de Enrique Soriano.
Esta nota es exclusiva para suscriptores.
Accedé ahora y sin límites a toda la información.
¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá