Por un lado, un dispositivo de las fuerzas de choque llegó al apartamento ubicado en el barrio porteño Recoleta para hacer un registro ordenado por un juez en el marco de una causa en la que se la investiga por supuestamente haber recibido millonarios sobornos de empresarios.
Por otro lado, un grupo de personas pegó carteles en el exterior de la casa de Cristina Fernández y grita y discute en la calle en su defensa.