Thiago Helguera y Bruno Damiani jugaron por primera vez como titulares en Nacional. Dos juveniles que tienen toda la confianza del técnico Álvaro Gutiérrez.
Pero hay otros que esperan su oportunidad y la tienen. El campeón mundial sub 20, Rodrigo Chagas, es polifuncional y tuvo sus minutos también este miércoles en la goleada por 4-1 sobre Plaza Colonia, un rival que no mostró nada y que está casi condenado a descender.
Pero Gutiérrez no experimentó con juveniles por la pobreza futbolística del rival, que, dicho sea de paso, le había ganado 2-1 en el Apertura.
Lo hizo pensando a futuro. Porque quiere mechar a futbolistas que le abran puertas en todas las líneas. Ese aire fresco que empuja desde abajo y que, cuando es bien utilizado, consigue los resultados esperados.
Dejó fuera del equipo a Diego “Torito” Rodríguez, un puntal de este Nacional, a Juan Ignacio Ramírez, el goleador del Uruguayo, y colocó a Camilo Cándido como una especie de extremo que cumplió muy bien su nueva función.
Parecen muchos experimentos, pero así es cómo Gutiérrez saca conclusiones, mejora el rendimiento de las piezas que coloca, las transiciones y el orden, algo fundamental en el fútbol.
El entrenador tenía las bajas por suspensión de Diego Polenta y Alfonso Trezza y se le fue Gastón Pereiro. Sin embargo, apostó a lo suyo y logró ponerse a 2 puntos de Peñarol que está en la punta de la Tabla Anual.
Además, cambió radicalmente la cara de la pobreza futbolística que había mostrado en la fecha anterior -e incluso en el 1-0 ante Metropolitanos por la Copa-, cuando fue goleado por el líder de su grupo en el Intermedio: Liverpool.
Pasó de las incertidumbres a ese cambio de energía que él mismo dijo luego de la goleada de este miércoles.
Porque además del buen rendimiento de los jóvenes valores, también hubo pincelazos de Diego Zabala -el mejor-, mostrando su juego moderno, haciéndolo sin posiciones fijas, rotando por todo el frente de ataque. Así inclinó al equipo para donde quiso.
Lo de Cándido ya fue dicho, pero vale la pena volver a expresar que rinde en todas las posiciones en la que ha jugado: como lateral, volante por izquierda, y ahora como un extremo zurdo.
En el segundo tiempo, Thiago Helguera, quien cumplió su tercer encuentro en el equipo y el primero como titular, parecería que hubiera jugado varias temporadas en Nacional. Le dio mayor y mejor circulación de balón al equipo. Seguramente tenga un futuro enorme por lo que ha mostrado hasta ahora, aunque obviamente no hay que apresurarse.
Gutiérrez no tiene grises. Pasó de una tarde negra en Belvedere a clasificar en la Copa y luego, a golear para seguir peleando por un Uruguayo que, como ocurre normalmente, terminará con un final muy ajustado.
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