Mientras inauguraba el primer centro pyme de Maldonado, el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, contó la anécdota de una emprendedora de Isidoro Noblía, una localidad del departamento de Cerro Largo.
"Fue con alfajores ese día. Eran alfajores con mucho dulce de leche. Llegué a casa, estaba solo y me comí el alfajor. Y busqué el teléfono y quedé conversando", comentó.
Luego contó que esa mujer fue "al otro día" al centro pyme de Cerro Largo y formalizó su empresa, que luego supo que "tiene dos empleados". Y destacó al "que emprende y se ilusiona, y a veces no tiene asesoramiento, y el que se desprende y se desilusiona y no tiene una muleta, un lugar, donde ser guiado", comentó el mandatario.
Al buscar por alfajores de Isidoro Noblía, aparece el número y la página web de "Meraki Alfajor Artesanal Indinoblia", donde se venden alfajores que la página asegura son 100% artesanales. Al llamar al número indicado quien contesta es Virginia Bicudo, que reconoció a El Observador que fue ella la emprendedora que conversó con Lacalle. Este viernes Virginia no estuvo con el celular, ocupada en la salud de su madre que "está enferma", pero en pocas horas "explotó el celular" luego de que Lacalle la mencionara en Maldonado.
Virginia dijo que la llamada con el presidente ocurrió pocos días después del 15 de julio, día en el que le entregó una caja de sus alfajores al alcalde de Noblía, Favio Freire, para que se la diera a Lacalle Pou, quien fue a Melo para inaugurar el centro pyme de esa ciudad.
"A eso de las 11:30 me llamó y me dijo '¿Con quién hablo?'. Le dije 'está llamando usted, dígame con quién quiere hablar'. Y ahí me dijo 'yo soy Luis Lacalle Pou'. No lo podía creer", relató Bicudo. "¿Usted es la que hace alfajores? Los estoy comiendo", continuó el presidente, según la emprendedora.
Luego el presidente le contó que "había comido guiso" esa noche, algo que curiosamente también habían hecho Bicudo y su familia. Además de Bicudo, el mandatario llegó a conversar con uno de los hijos de la mujer, Theo, que continuaba despierto. "Dijimos de quedar en contacto", agregó Bicudo, aunque aclaró que no volvió a hablar con el presidente.
Sin embargo, no fue la única autoridad del gobierno con la que tuvo contacto: Bicudo contó que también recibió una respuesta de la ministra de Economía, Azucena Arbeleche, que tras recibir los alfajores de Meraki respondió con una carta que explicaba el significado de esa palabra: proviene del griego, y significa el acto de hacer algo con amor y creatividad.
Después de conversar con Lacalle, Virginia y su esposo se acercaron al centro pyme de Cerro Largo y comenzaron a capacitarse para convertir a su emprendimiento en una empresa formal. "Nos ha servido para pila de cosas", valoró la oriunda de Zapicán, localidad donde vio por primera vez a Lacalle Pou en una de sus visitas al interior.
Bicudo y su familia se mudaron a Noblía desde esa localidad a principios de 2020. Ella trabajaba "en casa de familia" y su esposo era chofer, pero la pandemia de coronavirus los dejó sin trabajo a ambos. "Habíamos agotado todos los recursos", recordó, y explicó que la idea de los alfajores surgió en mayo de 2020 como un medio para "llevar un plato de comida a la mesa".
"En ese momento nadie nos conocía. Empezamos a regalar alfajores a todo el mundo para hacernos conocidos", relató la emprendedora. Con el tiempo empezaron a ganar notoriedad, y luego de llegar al centro pyme de Cerro Largo Meraki llegó a tener seis empleados, y ahora cuenta con dos. "Seguimos en la lucha", valoró.
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