Hay dos momentos en los que gran parte de los hogares uruguayos incrementan su consumo de energía eléctrica: invierno y verano. Algunos más, otros menos, en esos meses el monto a pagar en la factura de UTE suele ser mayor en comparación a otros momentos del año. Y en ocasiones esa cuenta también se transforma en una sorpresa poco grata para el bolsillo de las familias.
Al margen de que es posible hacer un uso eficiente de la energía eléctrica sin descuidar el confort del hogar, UTE evalúa un nuevo producto que puede contribuir a mejorar la planificación de la economía hogareña. El ente está diseñando una tarifa fija de electricidad que daría la posibilidad de pagar un monto fijo por mes.
¿Cómo funcionaría en la práctica? Se toma el promedio de consumo de los últimos 12 meses de cada cliente y se calcula el monto mensual a pagar a lo largo de un año. Luego, al finalizar ese período de tiempo, se compara el cálculo con el consumo real.
Si correspondiera una diferencia se ajusta sobre el importe a pagar el año siguiente. Es decir, si se pagó menos de la energía gastada se abona la diferencia. Esto podría ser, por ejemplo, repartido en las nuevas facturas. Y si se pagó más de lo gastado, se acreedita el saldo a favor en la cuenta del cliente.
De esta manera, un cliente residencial pagaría un importe mensual fijo y personalizado.
El viernes la presidenta de UTE, Silvia Emaldi, dijo que el tema está en estudio y que la adhesión a esta tarifa sería voluntaria, como lo es por ejemplo la adhesión a la tarifa inteligente Doble Horario. Emaldi habló -sin entrar en detalles- de una “tarifa plana” basada en la historia de los consumos del cada cliente y “sin subas” en los meses donde se realiza un uso más intensivo de equipos de calefacción y refrigeración en los hogares.
Esta alternativa de facturación ya existe en otras partes del mundo y tiene como principal ventaja que se sabe de antemano cuánto hay que pagar a fin de mes. Por ese lado luce atractiva. Pero también puede presentar inconvenientes y jugar en contra si se descuida el consumo y no se controla, porque al año siguiente se podría tener que cargar con una factura más elevada.
Para saber si conviene hacer uso de esta opción, habrá que esperar a conocer en detalle sus características y especificaciones técnicas. UTE está culminando un sondeo de opinión entre algunos de sus clientes donde les consulta, entre otros puntos, si tendrían interés en tener una tarifa fija durante todo el año.
Como se trata de una nueva tarifa, es factible que si se aprueba implementarla eso ocurra a comienzo del año próximo, cuando entre a regir el nuevo pliego tarifario. El pliego se actualiza en enero de cada año con los precios que aprueba la empresa con el aval del Poder Ejecutivo para cada una de sus tarifas. Ese es otro de los aspectos que el ente deberá definir antes de fin de año.
Emaldi afirmó el viernes que el mes próximo se comenzarán a analizar “los grandes números de la empresa” y el programa financiero para 2023. El último ajuste resuelto en diciembre pasado fue de 3,5% en promedio y la corrección se situó en un 50% de la inflación proyectada por instituciones y analistas para el 2022 que por ese entonces era de alrededor de 7%. Hoy se estima que la inflación cerrará el año en alrededor de 9%.
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