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La tormenta de Novick: fuga de dirigentes, críticas a su liderazgo y su admitida "inexperiencia"

El líder y candidato del Partido de la Gente dijo que propósito es "aprender en esto de la política", mientras recibe cartas con de renuncia con duros cuestionamientos
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23 de septiembre de 2019 a las 05:04

El 30 de junio, cuando Edgardo Novick ya sabía que había superado el mínimo de 500 votos en las elecciones internas y que su partido quedaba habilitado para competir en octubre, agradeció a todos los militantes por su trabajo “espectacular”. Emocionado, dijo a los seguidores que estaban con él en la sede ubicada en 18 de Julio que ahora estaba encaminado para ejecutar por fin “una nueva forma” de hacer política, caracterizada por funcionar con “las manos libres” y evitando los “compromisos políticos” típicos de los partidos tradicionales.

Era un día de celebración, también, porque parecía quedar atrás la crisis que había sufrido el partido a principios de año, cuando algunos de sus principales dirigentes abandonaron al empresario tras distintas polémicas –el senador Daniel Bianchi por chocar alcoholizado, el diputado Guillermo Facello por reunirse con otros políticos, y el exfiscal Gustavo Zubía por no entender que no tenía espacio para proyectarse, entre otros.

Sin embargo, la sangría de dirigentes continúa hasta la fecha, las críticas a su liderazgo y estilo de conducción han sido recurrentes en declaraciones y cartas de renuncia que se sucedieron luego de las elecciones internas, y casi más enfrenta el abandono de su compañero de fórmula, el diputado Daniel Peña. El único legislador que tiene hoy el Partido de la Gente tuvo una conflicto con Novick, que lo llevó a decir en el programa Buen día Uruguay de Canal 4 a principios de mes que estaba evaluando dar un paso al costado, aunque al final no se concretó.

“Es una pregunta que la voy a responder en unos días. Tal vez no fue todo lo bueno que podía ser o ha sido”, dijo en la televisión, al ser consultado si creía que se había equivocado al apostar por el Partido de la Gente. De todos modos, días después anunció que las diferencias –el “poco diálogo” entre ambos y declaraciones del empresario que no habían dejado bien parado al partido– estaban casi solucionadas.

Lo de Peña quedó en una amenaza que si se hubiera concretado hubiera sido grave, no solo porque es el candidato a vicepresidente, sino porque lidera el sector absolutamente mayoritario del partido: obtuvo el 67% de los votos en las elecciones internas, un poder electoral que le da al diputado la capacidad de tener la “última palabra” en las discusiones partidarias fundamentales, como él mismo lo ha resaltado varias veces.

Pero hubo otros dirigentes –de menor peso– que no se quedaron en el discurso, y que fueron abandonando al empresario en el último tiempo, con argumentos que en todos los casos incluían críticas directas al candidato.

Sobre eso fue consultado Novick este domingo en Canal 12, durante el programa Séptimo Día, y el empresario reconoció tener carencias como político. Primero, se mostró sorprendido al recordar en 48 años de vida empresarial nunca había tenido problemas de ese tipo. “Nunca me peleé con nadie, no soy una personas de enfrentamientos, ni siquiera tuve un abogado ni juicios”, contó.

Y entonces hizo una autocrítica: “Sin duda, me está fallando no tener experiencia política. Estoy acostumbrado a otro tipo de cosas, y bueno, eso me está afectando determinadamente. O sea, mi propósito es aprender en esto de la política, que es muy diferente a mi experiencia de trabajo”.

Las nuevas salidas y la incredulidad

En el ciclo de entrevistas de De Cerca –una coproducción de Mueca Films, TV Ciudad, El Observador y WILD Fi– Novick también reconoció el miércoles 18 que ahora que estaba en política ya no era la “misma persona de toda la vida”, cuando hablaba y “siempre” le creían. “Ahora, por estar en política, no me creen”, dijo, y recomendó. “Los políticos tenemos que revertir esa situación (…) y pensar que todo lo hacemos por un bien de cuidar nuestra chacrita y yo pienso que no es así”.

Pero eso no es lo que creen los dirigentes que lo abandonaron en las últimas semanas. Uno de los primeros en hacerlo fue Francisco Zunino, integrante del grupo fundador de la colectividad, y dirigente de la lista 17.000, la tercera más votada aunque muy lejos del sector de Peña y de la lista 12.000. En su carta de renuncia –fechada el 9 de agosto–, cuestiona “la conducción” que ha dado Novick al partido.

“Su falta de liderazgo no ha podido evitar hechos que afectaron al Partido de la Gente, como haber votado junto al Frente Amplio la ley orgánica militar y que luego dijera que no lo habían consultado”, dijo Zunino a El Observador, al poner un ejemplo de situaciones en las que no se sostuvieron “posiciones de partido”. Lo mismo que ocurrió, según entiende, con la designación de Daniel Peña como candidato a vicepresidente. “En ningún partido se hace así; nunca vi que un candidato a vicepresidente se autoproclamara”.

Eso mismo –y la votación inconsulta de la ley orgánica militar– también molestó al líder de otro sector minoritario, Gustavo Vasconcellos –de Coincidencia Nacional–, lo que lo llevó a tomar la misma decisión, según reconoció el 28 de julio a La República, cuando anunció que su grupo político también se alejaba del partido.

Días después siguió el mismo camino el único dirigente que compitió con él en la interna –y que recibió solo 90 votos–, Fernando Carotta. En la misiva con que anunció su alejamiento el 7 de agosto, uno de los disidentes más críticos con Novick dijo lo siguiente: “Ha presentado un ensayo de programa de gobierno faltando nuevamente a la verdad, ya que de los veinte y tantos equipos de trabajo que supo tener, crisis tras crisis solo ha podido mantener a un puñado de  personas que en un denodado esfuerzo por sacarlo a flote han puesto lo mejor de sí”.

Las renuncias siguieron. Días atrás –el 11 de setiembre–, Jorge Aquino, un dirigente de Colonia que ya retornó al Partido Nacional,  dejó el partido entre otros motivos por la “soberbia” de Novick.

“Se fue dando la particularidad de que Edgardo Novick es una persona muy soberbia en cuanto a que si no le gusta lo que pensás, ni siquiera te escucha y te va cerrando puertas”, cuestionó, en diálogo con El Observador. También renunció otro dirigente de Maldonado –Javier Ramírez, de Vientos de Cambio– por “falta de apoyo” del empresario –aunque destacó que tenía con Novick "una muy buena relación"– y Pablo Leivas, dirigente de Salto, “por la manera como está llevando la campaña” el candidato a presidente y por “el poco apoyo”. “Novick no ha apoyado el interior”, dijo.

La última puerta –hasta el momento– la cerró el edil Roberto Gossi, por la repetida razón de la falta de liderazgo.

“El proyecto en el que confiamos, en el que teníamos expectativas muy grandes, no solo no funcionó sino que se agravó con el aislamiento del liderazgo”, reclamó, y criticó que el Partido de la Gente no dé lugar a "espacio de encuentros" entre los sectores.

Con la decisión de este edil, la bancada del Partido de la Gente en la Junta Departamental de Montevideo quedó solamente con dos ediles –Marcos Laens y Guillermo Kruse–, porque los otros siete, que habían sido electos por el Partido de la Concertación en 2015, retornaron a sus partidos.

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