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La Unión Europea analiza endurecer las sanciones contra Rusia
Los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea debatirán hoy si endurecen las sanciones contra Rusia, cuyo ejército sigue bombardeando varias ciudades de Ucrania, cuando la guerra está por entrar en su sexto mes.
"El desafío que plantea Rusia durará", dijo en una entrevista a la BBC el jefe de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas británicas, el almirante Tony Radakin, quien además desmintió los rumores que apuntan que la salud del presidente Vladimir Putin se habría degradado, o que este podría ser asesinado.
Según el militar, el ejército ruso ha perdido 50.000 hombres, entre muertos y heridos, y miles de tanques, lo que supone "más del 30% de su eficacia en el combate terrestre". Sin embargo, pese a las bajas, las fuerzas rusas siguen bombardeando localidades en el este y en el sur de Ucrania.
Por lo pronto, la advertencia lanzada el sábado por Moscú con relación a una inminente intensificación de sus operaciones militares se concretó apenas unas horas después cuando en la madrugada del domingo los misiles rusos alcanzaron Járkov, la segunda ciudad de Ucrania, en el noreste del país. "Una mujer de 59 años resultó herida y está hospitalizada", indicó el gobernador de la región, Oleg Synegubov.
También se registraron varios "bombardeos masivos" en Mikolaiv y Shevchenkove, en el sur del país, cerca del mar Negro, con un saldo de cuatro civiles muertos, otros tantos heridos y un número indeterminado de edificios e infraestructura dañada o destruida, según los gobernadores de las regiones afectadas Vitaliy Kim y Pavlo Kyrylenko.
En este contexto, los ministros de la Unión Europea (UE) evaluarán hoy varias propuestas, entre ellas una de la Comisión Europea que recomienda prohibir la compra de oro a Rusia para alinear las sanciones con sus socios del G7 y otra que propone sumar nuevas personalidades rusas en la lista negra de Estados Unidos y sus aliados. "Moscú debe seguir pagando un alto precio por su agresión", dijo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyden.
La guerra, que ingresará el próximo domingo en su sexto mes, también fue motivo de análisis en la cumbre de ministro de Finanzas y presidentes de los banco centrales del G20, que se desarrolló en Bali, Indonesia. En este caso, debido a las diferencias que suscita entre los miembros el conflicto bélico entre Moscú y Kiev, la reunión culminó sin un documento conjunto y con comunicado de la presidencia del país donde se consigna que "muchos miembros" del grupo condenaron "la guerra de Rusia contra Ucrania".
Aunque hasta el momento no existen datos oficiales sobre la cantidad de víctimas civiles, la Organización de las Naciones Unidas estima que cerca de 5.000 personas perdieron la vida por la guerra, entre ellas unos 300 niños, aunque la cifra podría ser mucho mayor. Solo en Mariúpol, la ciudad localizada en el sureste de Ucrania que cayó en mayo tras un durísimo asedio ruso, las autoridades de Kiev denunciaron que hubo 20.000 muertos, cifra que sin embargo no ha podido ser confirmada por observadores internacionales.
Los combates en el Donbás
El fin de semana la atención volvió a estar centrada en las centrales nucleares localizadas en territorio ucraniano, en este caso en una zona dominada por Moscú desde marzo. Se trata de la central de Zaporiyia, una de las más grandes de Europa y el mundo. Puesta en marcha entre 1985 y 1988, sus seis reactores generan la mitad de la energía eléctrica nuclear del país y más de una quinta parte del total de energía generada en Ucrania.
El sábado, su operador acusó a las fuerzas rusas de desplegar lanzadores de misiles en la planta. "La situación es extremadamente tensa y la tensión crece día a día. Los ocupantes están trayendo su maquinaria, incluidos los sistemas de misiles con los que han atacado el otro lado del río Dnipró y el territorio de Nikopol”, indicó Petro Kotin, presidente de la compañía ucraniana Energoatom.
Unos 500 soldados rusos ocupan la planta y la tienen bajo control. Sin embargo, el grueso de los combates se desarrolla en el sur del país y en la cuenca minera e industrial del Donbás, en el este. Allí, los separatistas prorrusos que dominan parcialmente la zona desde 2014, acusaron al ejército ucraniano de haber lanzado 60 cohetes contra un barrio de Donetsk. "Alcanzaron edificios residenciales", dijeron al tiempo que publicaron imágenes de construcciones reducidas a escombros, pero sin informar de víctimas.
Según los últimos partes difundidos por los ejércitos de Rusia y Ucrania, las fuerzas separatistas se estarían acercando a su siguiente objetivo, Siversk, después de haberse hecho con el control de las localidades hermanas de Lysychansk y Severodonetsk. La información, en principio, parece confirmada por el Ministerio británico de Defensa, que informó sobre “un lento avance” hacia el oeste, “tras bombardeos y asaltos en dirección a Siversk desde Lysychansk, para abrir una vía hacia Sloviansk y Kramatorsk".
Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso afirmó el domingo que había destruido un "almacén de misiles antibuque Harpoon entregados a Ucrania por la OTAN" en la estratégica ciudad Odesa, a orillas del mar Negro. La información fue desmentida por las autoridades de Kiev, según las cuales el bombardeo destruyó el almacén de una empresa ajena al ámbito militar.
La salud de Putin
"Algunos de los comentarios que afirman que Putin no está bien de salud, o que seguramente alguien va a intentar asesinarlo o eliminarlo, son ilusiones", dijo el viernes el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas británicas, el almirante Tony Radakin. Su lectura de la situación, una de las pocas hechas en público por un oficial de tan alto rango, incluyeron consideraciones sobre el futuro de la guerra, la situación política en Rusia y el futuro primer ministro británico.
"Como profesionales militares, vemos un régimen relativamente estable en Rusia. El presidente Putin ha sido capaz de aplastar cualquier oposición y ninguno de los que están en la cima del poder tiene ánimo de desafiarlo", consideró Radakin. Entrevistado por la BBC, aventuró que "el desafío que plantea Rusia durará potencialmente décadas" y declaró que el ejército ucraniano está "absolutamente" convencido de que ganará la guerra desencadenada por la invasión que Rusia inició el 24 de febrero.
Radakin incluso se aventuró en la política interna del Reino Unido, un escenario incierto de cara a las negociaciones en las que están inmersas los diferentes sectores del partido conservador para reemplazar al renunciante Boris Johnson, luego de una interminable sucesión de escándalos y la avalancha de renuncias en su gabinete. “El que lo suceda deberá ser consciente de que Rusia representa la mayor amenaza para el Reino Unido”, opinó.
Según declaró Radakin a la BBC, los primeros cálculos del Estado Mayor británico señalarían que el ejército de Rusia "perdió más del 30% de su eficacia en el combate terrestre". Radakin explicó que esto significaría que “unos 50.000 soldados han muerto o han resultado heridos en este conflicto, que casi 1.700 tanques han sido destruidos y otros casi 4.000 vehículos blindados quedaron inutilizados". "Tendremos que recordarle al primer ministro la extraordinaria responsabilidad que tiene con el Reino Unido como potencia nuclear", concluyó el jefe militar.
