Lapid y Macron acordaron coordinar sus políticas en Medio Oriente

Lapid, que asumió el viernes pasado luego del desmembramiento de la coalición que gobernaba Israel, tiene por delante un panorama complejo. El país se encamina hacia unas nuevas elecciones en noviembre -los quintos comicios en menos de cuatro años-. Además, tuvo que afrontar al día siguiente de su asunción la primera prueba de fuego.

Fue cuando la fracción libanesa de Hezbolá lanzó tres drones contra el campo gasífero marítimo de Karish, en el este del Mediterráneo. Antes de volar desde Tel Aviv a París, Lapid anticipó que el tema integraría la agenda a tratar con Macron, ocasión en la que advirtió que Israel no tolerará los “reiterados ataques contra sus plataformas de gas”, agresiones que calificó como “ataques contra su soberanía".

Israel y el Líbano retomaron en 2020 las negociaciones sobre su frontera marítima, aunque la zona específica del campo de Karish está fuera del diálogo, ya que en principio está demarcada como israelí en un mapa de la ONU. Sin embargo, las negociaciones, auspiciadas por Estados Unidos, están estancados desde que Líbano pidió que el mapa de la ONU sea modificado.

La tensión comenzó a escalar a principios de junio. En la ciudad libanesa de Naqoura, en el límite con Israel, se congregaron cientos de personas enarbolando banderas libanesas y palestinas en protesta cuando un buque de la empresa británica Energean Plc llegó al campo gasífero para comenzar su explotación, según un comunicado de la compañía. Líbano considera que Karish se encuentra en la zona en disputa con Israel. Tel Aviv, sin embargo, afirma que se sitúa en una "Zona Económica Exclusiva (ZEE) reconocida por la ONU".

"Nos negamos categóricamente a abandonar los recursos naturales del país, que pertenecen a todos los libaneses", declaró en ese momento el diputado independiente Firas Hamdan al arengar a los manifestantes. Un tema que agrega problemas a la relación entre ambos países que oficialmente siguen en guerra, aunque iniciaron en octubre de 2020 negociaciones bajo la égida de Estados Unidos para delimitar su frontera marítima y levantar de ese modo los obstáculos a la prospección de hidrocarburos.

El presidente libanés, Michel Aoun, denunció el envío del buque como una "provocación" israelí y pidió una mediación estadounidense para delimitar la frontera marítima. Por su parte, el Hezbolá advirtió que se opondrá a los intentos de extracción de hidrocarburos. Ante lo que Israel respondió que otorgará “prioridad a la protección de sus posesiones estratégicas" y que estaba decidido a defenderlas.

El acuerdo con Irán

Tras la reunión que mantuvieron en el Palacio Elíseo, Macron y Lapid hablaron con el periodismo. En ese contexto, el presidente francés se refirió al Plan de Acción Integral Conjunto (IPAC),  el acuerdo nuclear de 2015 que pretende limitar el enriquecimiento de uranio por parte de Irán a cambio de un alivio de las sanciones económicas. Macron afirmó que se trata de “un buen acuerdo” que “debe ser defendido”.

El presidente de Francia también se refirió al programa de misiles balísticos de Irán. Lo calificó como una “amenaza” y, aunque declaró que su gobierno está decidido a lograr “lo antes posible” el regreso de Irán al IPAC, afirmó que coincide con Israel en que “el acuerdo no es suficiente para contener las actividades desestabilizadoras de Irán".

El IPAC, firmado en julio de 2015 por Irán y seis mediadores internacionales, impuso una serie de limitaciones al programa iraní a cambio de que se levantasen las sanciones internacionales. Sin embargo, en mayo de 2018, Washington rompió el acuerdo e impuso sanciones unilaterales con el argumento de que el país seguía desarrollando armas nucleares. Un año después, Irán, como respuesta, empezó a reducir de manera gradual sus compromisos en el marco del IPAC.

Tras asumir Joe Biden la presidencia de Estados Unidos, Francia y Alemania tomaron la iniciativa para recuperar el acuerdo a partir de las conversaciones que se iniciaron en Viena y que en marzo pasado volvieron a estancarse. Finalmente, a fines del mes pasado, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, afirmó haber acordado con el ministro de Exteriores de Irán, Hosein Amir Abdolahian, reanudar las negociaciones para reestablecer el acuerdo.

En este contexto, la visita de Lapid a Francia ha sido considerada por los analistas europeos como de suma importancia. Israel se opone al restablecimiento del acuerdo. Teme que un levantamiento de las sanciones económicas que pesan sobre Irán le permita a Teherán reforzar la ayuda a sus aliados regionales, como el Hezbolá libanés y el Hamás palestino, presentes en las fronteras de Israel.

Macron, quien abrazó efusivamente a Lapid, habló también de las "aspiraciones legítimas" de los palestinos y de la importancia de que Tel Aviv llegue a un acuerdo de paz con el Estado palestino. Macron, además, se refirió al recién estrenado primer ministro israelí como una potencial "figura histórica". Una afirmación que el periodismo de Francia a Israel interpretaron como una suerte de respaldo de cara a las elecciones parlamentarias pautadas para el primero de noviembre y cuyo resultado impactará en el tablero de Medio Oriente.

Tras el colapso de la histórica colación de gobierno integrada por partidos que iban desde la derecha nacionalista hasta la izquierda pacifista pasando por el centro y el laborismo, Lapid deberá enfrentar al conservador líder del Likud, Benjamín Netanyahu, el dirigente de 72 años que durante más tiempo ha gobernado Israel y que, luego de resurgir de las cenizas de su juicio por corrupción, anunció su intención de volver a ocupar el cargo de primer ministro.

De conseguirlo, los analistas señalan que lo hará en alianza con los partidos ultraortodoxos y de extrema derecha. Un panorama que amenaza con volver a polarizar la vida política de Israel, como ocurrió durante los períodos 1996-1999 y 2009-2021. Pero que también se traduciría en un duro golpe a los intentos de Macron y sus aliados europeos por reestablecer el IPAC. Netanyahu está absolutamente en contra del acuerdo.

Por el momento, y bajo al liderazgo transitorio de Lapid, quien también detenta el cargo de Ministro de Relaciones Exteriores, Israel pareció dejar abierta la puerta a una renegociación del IPAC, cuando se limitó a afirmar que "es importante que nuestra posición sea escuchada". Macron, por su parte, prometió continuar con "todos los esfuerzos" para que Irán "entre en razón".

Esto último lo aseguró en relación a las tratativas indirectas mantenidas en Doha el mes pasado por Washington y Teherán, auspiciadas por la Unión Europea para desbloquear las negociaciones de Viena. Contactos que, según Estados Unidos,  no permitieron ningún avance. ”En esta cuestión, como en otras, continuaremos, en estrecha coordinación con nuestros socios, todos los esfuerzos para tratar de hacer entrar en razón a Irán", agregó Macron acompañado por Lapid.